La conflictividad social con el lobo sigue en aumento en el Principado de Asturias. Los cánidos, según datos oficiales, matan cada año una media de 3.500 cabezas de ganado, lo que ha puesto a sus propietarios en pie de guerra, sobre todo porque el Gobierno asturiano les adeuda todavía 314.700 euros del año pasado y 487.449 de 2012 como indemnización por los daños sufridos. En este contexto, el Comité Consultivo de la Gestión del Lobo dio ayer el visto bueno al plan de control de la especie para este último trimestre de este año y el año próximo, que prevé la captura de 66 ejemplares y cuatro camadas.
Las organizaciones conservacionistas, que forman parte del Comité, votaron en contra al considerar el programa de “erradicación, no de control”, debido a que afecta a un 40% de la población total estimada en unas 36 manadas.“Se contempla la extracción de unos 90 ejemplares (contando las camadas) a lo que hay que sumar la mortalidad ilegal y otras causas”, puntualiza Alberto Fernández, portavoz de los grupos ecologistas y presidente de Ascel (Asociación para la Conservación y Estudio del lobo ibérico). En los controles de población llevados a cabo entre 2011 y 2012 se han abatido 12 ejemplares de los 47 autorizados, a los que hay que sumar 11 muertos por veneno, accidentes de tráfico, lazos ... "Sin contar con que los lobos abatidos por controles en una zona y año no reducen los daños al siguiente", añade.
El plan no permite que el lobo se extienda hacia otros lugares denominados “áreas sin gestión específica” donde la especie no existe en este momento. Allí el control será permanente y si fuera posible, se eliminarán los ejemplares que aparezcan. En la zona de Picos, con gran parte incluida dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, el único que mantiene una población de lobos en España y el único de Europa Occidental donde habita la especie, se permite capturar a cuatro ejemplares.