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sábado, 1 de junio de 2013

Un asteroide con luna propia pasa relativamente cerca de la Tierra



El asteroide cuya trayectoria ha registrado esta noche la máxima aproximación a la Tierra (a 5,8 millones de kilómetros) tiene una luna propia que lo acompaña. El cuerpo principal se llama 1998 QE2 y mide aproximadamente 2,7 kilómetros de diámetro, cumpliendo un giro completo sobre su eje en menos de cuatro horas. Los astrónomos han observado en su superficie varias zonas oscuras que deben ser grandes concavidades. El satélite, sin embargo, mide solo unos 600 metros. No es tan extraño en el cielo este andar juntos de varios cuerpos ya que, se estima que aproximadamente el 16% de todos los asteroides de 200 metros o más forman parte de sistemas binarios o triples. Pero este ofrece una buena oportunidad a los investigadores que están siguiéndolo ahora que pasa relativamente cerca. Relativamente, porque los 5,8 millones de kilómetros de máxima aproximación a la Tierra (a las 22.59 hora peninsular del viernes) son más de 15 veces la distancia de la Tierra a la Luna, pero no volverá a pasar tan cerca al menos hasta dentro de un par de siglos, según informa la NASA.

Un asteroide de ese tamaño colisiona con la Tierra cada millón de años, como media, y su efecto es devastador por su influencia en el clima del planeta y por su capacidad de destrucción masiva en un territorio del tamaño de México. Con este no hay riesgo, pasa lejos.

El asteroide fue descubierto, en 1998, por especialistas del Instituto de Tecnología de Massachusetts y ahora los expertos de la NASA han logrado observarlo con radar, en concreto con la antena de 70 metros de diámetro de la Red de Espacio Profundo de la NASA en Goldstone (California). Durante toda la semana próxima se seguirá el asteroide con esa antena y con el gran radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico. Con las observaciones continuadas, los científicos pueden obtener datos precisos sobre el tamaño del objeto, su forma, su rotación y algunas características de su superficie. Además, los seguimientos de los asteroides ayudan a precisar los cálculos de órbita, lo que es esencial para las actividades de protección del planeta frente al riesgo de impacto de objetos celestes.

Las imágenes de 1998 QE2 obtenidas con la antena de 70 metros tienen, de momento, una resolución de 75 metros por pixel.

El oculto lazo de Orión



Esta nueva e impactante imagen de nubes cósmicas en la constelación de Orión revela lo que parece ser un encendido lazo en el cielo. Este brillo anaranjado representa la débil luz que proviene de granos de frío polvo interestelar, en longitudes de onda demasiado largas para ser vistas por el ojo humano. Fue observado por el experimento APEX (Atacama Pathfinder Experiment), operado por ESO en Chile.

Las nubes de gas y polvo interestelar son la materia prima de la cual se componen las estrellas. Pero esos diminutos granos de polvo bloquean nuestra visión de lo que se encuentra dentro y detrás de las nubes — al menos en longitudes de onda visibles — dificultando la observación del proceso de formación estelar.

Este es el motivo por el cual los astrónomos necesitan utilizar instrumentos capaces de ver en otras longitudes de onda de la luz. En longitudes de onda submilimétricas, en lugar de bloquear la luz, los granos de polvo brillan debido a sus temperaturas de unas decenas de grados por encima del cero absoluto. El telescopio APEX, con la cámara LABOCA, que trabaja en el rango submilimétrico, situado a una altitud de 5.000 metros sobre el nivel del mar, en el Llano de Chajnantor, en los Andes chilenos, es la herramienta ideal para este tipo de observaciones.

Esta nueva y espectacular imagen muestra solo una parte de un complejo mayor llamado la Nube Molecular de Orión, en la constelación de Orión (El Cazador). Esta región, una rica mezcla de brillante nebulosa, estrellas jóvenes calientes y nubes de polvo frío, tiene un tamaño de cientos de años luz y se encuentra a unos 1.350 años luz de nosotros. En esta imagen, el brillo del rango submilimétrico, procedente de las nubes de polvo frío, se ve en colores anaranjados, y está superpuesta sobre una imagen de la región tomada en luz visible.

La gran nube brillante de la parte superior derecha de la imagen es la conocida Nebulosa de Orión, también llamada Messier 42. Es fácilmente visible a simple vista y se identifica como la ligeramente difusa “estrella” central en la espada de Orión. La Nebulosa de Orión es la parte más brillante de una enorme guardería estelar en la que están naciendo estrellas nuevas, y es el lugar de formación estelar masiva más cercano a la Tierra.

Las nubes de polvo forman hermosos filamentos, láminas y burbujas como resultado de procesos que incluyen el colapso gravitatorio y el efecto de los vientos estelares. Estos vientos son chorros de gas eyectados desde las atmósferas de las estrellas, que son lo suficientemente potentes para dar a las nubes de su entorno las retorcidas formas que vemos en la imagen.

El Hubble logra la mejor foto de la Nebulosa del Anillo



El telescopio espacial Hubble ha conseguido la imagen más detallada jamás captada de la famosa Nebulosa del Anillo, también conocida como Messier 57. Esta imagen revela la estructura intrincada de la nebulosa, solo insinuada en las observaciones anteriores, y ha permitido a los científicos construir un modelo en 3D que muestra la verdadera forma de este llamativo objeto.

Formada por una estrella que pierde sus capas exteriores, ya que se queda sin combustible, la Nebulosa del Anillo está relativamente cerca de la Tierra y es bastante brillante, por lo que es fácil de ver y se registró por primera vez en el siglo XVIII. Como es común en los objetos astronómicos, la distancia exacta no se conoce, pero se cree que se encuentra a poco más de 2.000 años luz de la Tierra.

Desde la perspectiva de la Tierra, la nebulosa se ve más o menos elíptica. Sin embargo, los astrónomos han combinado los datos terrestres con las nuevas observaciones realizadas con el Hubble, de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), para observar la nebulosa de nuevo, en busca de pistas sobre su estructura, evolución, condiciones físicas y movimiento.

Resulta que la nebulosa tiene la forma de una rosquilla distorsionada. En la imagen, miramos casi directamente a uno de los polos de esta estructura, con un cañón de material de colores brillantes que se extiende lejos de nosotros. Aunque el centro de la rosquilla puede parecer vacío, en realidad está lleno de material de baja densidad que se extiende tanto hacia nosotros como hacia el lado opuesto, creando una forma similar a una pelota de rugby.

La parte más brillante de la nebulosa es lo que vemos como el colorido anillo principal. Este se compone de gas expulsado por la estrella moribunda en el centro de la nebulosa. Esta estrella está en camino de convertirse en una enana blanca, un cuerpo muy pequeño, denso y caliente que es la etapa evolutiva final para una estrella como nuestro Sol.

La Nebulosa del Anillo es uno de los objetos más notables en nuestros cielos. Fue descubierto en 1779 por el astrónomo Antoine Darquier de Pellepoix, y observado más tarde ese mismo mes por Charles Messier. Ambos astrónomos toparon con la nebulosa cuando trataban de seguir la trayectoria de un cometa a través de la constelación de Lyra.

Un evento cósmico en la Edad de Hielo provocó un cambio climático en la Tierra



Científicos de la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos) han determinado que "cerca del final de la Edad de Hielo" se produjo un evento cósmico que provocó un cambio climático que obligó a la vegetación y a los animales a adaptarse a un nuevo entorno.

Los expertos que han llevado a cabo este trabajo, publicado en PNAS, han estudiado la cueva Sheriden en Ohio, situada a 100 metros bajo la superficie, donde pueden observarse capas geológicas que datan de hace unos 13.000 años. Allí, se han encontrado evidencias que avalan la teoría de que se produjo un evento cósmico lo suficientemente cerca de la Tierra como para derretir la roca y producir fenómenos geológicos poco frecuentes.

Concretamente, los geólogos han hallado esférulas de carbono, que se forman cuando las sustancias se queman a temperaturas muy altas. Estos cuerpos presentan características que indican su origen, que puede ser la quema de carbón, la caída de rayos, incendios forestales o algo más extremo.

Para el autor principal del estudio, Kenneth Tankersley, las rocas que su equipo está estudiando "sólo podrían haber sido formadas por la combustión de roca".

Además, también ha destacado como "hallazgos importantes" de su equipo los micrometeoritos (pequeños trozos de meteoritos o partículas de polvo cósmico que se han puesto en contacto con la superficie de la Tierra); nanodiamantes (diamantes microscópicos que se forman cuando una fuente de carbono se somete a un impacto extremo, y que a menudo se encuentran en los cráteres de meteoritos); y Lonsdaleita (un tipo raro de diamante, también llamado un diamante hexagonal, que sólo se encuentran en zonas como cráteres de meteoritos).

El investigador cree que el evento cósmico que ocurrió hace unos 12.800 años tuvo un efecto "inmediato y mortal" y los efectos secundarios a largo plazo fueron "devastadores". A su juicio, un cometa que rozó la atmósfera de la Tierra o un asteroide que se estrelló contra su superficie causó una combustión a escala global. La explosión produjo un gas tóxico que nubló el cielo y causó que las temperaturas cayeran en picado.

Este clima puso en duda la existencia de poblaciones de plantas y animales y se produjo lo que Tankersley ha clasificado como "ganadores" y "perdedores". Para Tankersley, los seres vivos de este período tenían tres opciones: reubicarse en otro entorno donde podían ganarse la vida de forma similar; ajustar su estilo de vida para adaptarse al entorno actual o extinguirse rápidamente.

"Los 'ganadores' eligieron una de las dos primeras opciones, mientras que los 'perdedores', como el mamut lanudo, se decantaron por la última", ha explicado el experto. "Sea lo que fuese, no causó la extinción", dice Tankersley, quien ha añadido que, "más bien, esto sea probablemente el primer caso de cambio climático forzado".

El primer mapa topográfico de Titán

Científicos de la NASA han creado, a través de la sonda Cassinni, el primer mapa topográfico de Titán, la mayor luna de Saturno. Según ha explicado la agencia espacial estadounidense, este mapa es una herramienta valiosa para aprender más sobre uno de los mundos más parecidos a la Tierra y más interesantes del Sistema Solar.

Titán es la luna más grande de Saturno y la segunda del Sistema Solar, con un radio de alrededor de 2.574 kilómetros. Es mayor que el planeta Mercurio. Los científicos se han interesado siempre por este cuerpo por sus características especiales.

Hasta ahora, se conoce que es el único satélite que tiene nubes, líquido en la superficie y una misteriosa atmósfera espesa. Esta última, está compuesta principalmente de nitrógeno, como la de la Tierra. Pero en esta luna es el metano el que actúa en forma de vapor de agua y es el que forma nubes y posteriormente cae en forma de lluvia y está presente en sus ríos.

"Titán tiene tanta actividad interesante y para entender estos procesos es útil saber cómo son las pendientes del terreno", ha señalado uno de los autores del trabajo, publicado en Icarus, Ralph Lorenz.

"Es especialmente útil para los estudiosos de la hidrología y clima y el modelado de tiempo de Titán, que necesitan saber si hay terreno alto o bajo", ha apuntado. En este sentido, la NASA ha explicado que la espesa niebla de Titán dispersa la luz de forma que se hace muy difícil para las cámaras remotas "ver" las formas del paisaje y las sombras.

Prácticamente todos los datos que se han obtenido de Titán vienen de Cassini, que se ha acercado unas 100 veces a la luna. Los científicos han señalado que, en muchos de esos sobrevuelos, Cassini ha utilizado un generador de imágenes de radar, que puede observar a través de la bruma y los datos del radar se puede utilizar para estimar la altura de la superficie.

"Con este nuevo mapa topográfico, uno de los mundos más fascinantes y dinámicos del Sistema Solar se puede ver ahora en 3-D", ha indicado otro de los autores del trabajo, Steve Wall. "En la Tierra, los ríos, volcanes e incluso el clima están estrechamente relacionadas con las alturas de las superficies. Estamos ansiosos por ver lo que podemos aprender de estos aspectos en Titán", ha concluido.

Un evento cósmico en la Edad de Hielo provocó un cambio climático en la Tierra

Científicos de la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos) han determinado que "cerca del final de la Edad de Hielo" se produjo un evento cósmico que provocó un cambio climático que obligó a la vegetación y a los animales a adaptarse a un nuevo entorno.

Los expertos que han llevado a cabo este trabajo, publicado en PNAS, han estudiado la cueva Sheriden en Ohio, situada a 100 metros bajo la superficie, donde pueden observarse capas geológicas que datan de hace unos 13.000 años. Allí, se han encontrado evidencias que avalan la teoría de que se produjo un evento cósmico lo suficientemente cerca de la Tierra como para derretir la roca y producir fenómenos geológicos poco frecuentes.

Concretamente, los geólogos han hallado esférulas de carbono, que se forman cuando las sustancias se queman a temperaturas muy altas. Estos cuerpos presentan características que indican su origen, que puede ser la quema de carbón, la caída de rayos, incendios forestales o algo más extremo.

Para el autor principal del estudio, Kenneth Tankersley, las rocas que su equipo está estudiando "sólo podrían haber sido formadas por la combustión de roca".

Además, también ha destacado como "hallazgos importantes" de su equipo los micrometeoritos (pequeños trozos de meteoritos o partículas de polvo cósmico que se han puesto en contacto con la superficie de la Tierra); nanodiamantes (diamantes microscópicos que se forman cuando una fuente de carbono se somete a un impacto extremo, y que a menudo se encuentran en los cráteres de meteoritos); y Lonsdaleita (un tipo raro de diamante, también llamado un diamante hexagonal, que sólo se encuentran en zonas como cráteres de meteoritos).

El investigador cree que el evento cósmico que ocurrió hace unos 12.800 años tuvo un efecto "inmediato y mortal" y los efectos secundarios a largo plazo fueron "devastadores". A su juicio, un cometa que rozó la atmósfera de la Tierra o un asteroide que se estrelló contra su superficie causó una combustión a escala global. La explosión produjo un gas tóxico que nubló el cielo y causó que las temperaturas cayeran en picado.

Este clima puso en duda la existencia de poblaciones de plantas y animales y se produjo lo que Tankersley ha clasificado como "ganadores" y "perdedores". Para Tankersley, los seres vivos de este período tenían tres opciones: reubicarse en otro entorno donde podían ganarse la vida de forma similar; ajustar su estilo de vida para adaptarse al entorno actual o extinguirse rápidamente.

"Los 'ganadores' eligieron una de las dos primeras opciones, mientras que los 'perdedores', como el mamut lanudo, se decantaron por la última", ha explicado el experto. "Sea lo que fuese, no causó la extinción", dice Tankersley, quien ha añadido que, "más bien, esto sea probablemente el primer caso de cambio climático forzado".

miércoles, 29 de mayo de 2013 El cometa 2010 WG9, camino de la Tierra, mantiene intacta su superficie helada

Un equipo de investigadores liderado por el científico estadounidense David Rabinowit ha detectado que el cometa 2010 WG9, que está camino de la Tierra, mantiene intacta su superficie helada, una característica que permitirá a los expertos descubrir nuevos datos sobre la formación del Sistema Solar.

Según ha indicado el experto, esta roca ha sido expulsada de la Nube de Oort, la 'cáscara' que rodea el Sistema Solar, a un año luz del Sol, y cuya existencia es hipotética, es decir, nunca ha sido observada.


Las teorías han determinado que Oort se formó como remanente del disco protoplanetario que se formó alrededor del Sol hace 4,6 miles de millones de años. La hipótesis más aceptada es que los objetos de la nube se formaron muy cerca del Sol, en el mismo proceso en el que se crearon los planetas y los asteroides, pero las interacciones gravitatorias con los jóvenes planetas gaseosos como Júpiter y Saturno expulsaron estos objetos hacia largas órbitas elípticas o parabólicas.

Esta es la razón por la que Rabinowitz ha destacado la importancia de estudiar al cometa 2010 WG9. A su juicio, se podría verificar que la Nube de Oort es un remanente del Sistema Solar.

"Este es uno de los santos griales de ciencia planetaria", ha explicado, para añadir que esta podría ser una "oportunidad única para observar un planetesimal inalterado sobrante de la época de la formación del Sistema Solar".

El científico ha destacado que la observación de los cometas "es muy difícil", ya que están rodeados de brillantes nubes de polvo y gas. También están cerca del Sol, lo que significa que sus hielos se evaporan y su superficie original no se conserva. Pero 2010 WG9 ha conservador su superficie, no está cubierto por el polvo o gas, ya que ha pasado la mayor parte de su vida distanciado del Sol. De hecho, Rabinowitz ha indicado que "nunca se acercará a una distancia del Sol menor de la de Urano".

El cometa fue descubierto hace tres años por astrónomos de la Universidad de Yale, que observaron el objeto durante más de dos años, tomando imágenes de diferentes filtros.

Gracias a dichas observaciones se ha comprobado que la superficie de 2010 WG9 sufre variaciones de color similares a las que pueden verse en la de Plutón, y este tiene parches de hielo de metano. A diferencia del planeta enano, 2010 WG9 es pequeño (100 metros de diámetro) y no puede aferrarse a su hielo de metano. Según los expertos, es posible que parte de la superficie esté recién expuesta después de un impacto.

El ‘pájaro del amanecer’ ilumina la historia de los dinosaurios con plumas

El esqueleto completo y muy bien conservado de un nuevo dinosaurio emplumado del Jurásico Medio cambia algunas ideas previas sobre el origen y evolución de las aves. Este nuevo fósil, llamado Aurornis xui, es el más antiguo de los avialanos –que incluye aves y dinosaurios cercanos– y vuelve a incluir a Archaeopteryx en este grupo.

Aurornis xui –del latín Aurora y Ornis, pájaro del amanecer– es el nombre con el que han bautizado al dinosaurio avialano más antiguo encontrado hasta la fecha, gracias a un fósil completo, perteneciente al Jurásico Medio y descubierto en la provincia de Liaoning (China).

El descubrimiento, publicado hoy en Nature, también devuelve a Archaeopteryx al grupo Avialae –que incluye a las aves y a sus parientes más cercanos–. Este nuevo fósil también aclara la clasificación de otros dinosaurios parecidos a aves como Troodon.

Científicos del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales han analizado este dinosaurio y, tras compararlo con otros avialanos, han confirmado que tanto el nuevo Aurornis xui como el clásico Archaeopteryx pertenecen al grupo Avialae.

Además, el estudio coloca a Troodontidae, otra familia de dinosaurios parecidos a aves, como grupo hermano de los avialanos. Los autores también sugieren que la diversificación de las aves tuvo lugar en Asia durante el final del Jurásico Medio.

El dilema de Archaeopteryx

No existe un consenso entre los paleontólogos sobre la posición de Archaeopteryx, ya que según la definición de ave que se elija este famoso animal podría o no ser un ave.

La comparación de Aurornis con Archaeopteryx sitúa a ambos dentro del grupo Avialae. Este grupo, definido por Gauthier en 1986, engloba aquellas especies que están más cerca de las aves que del dinosaurio Deinonychus.

De esta forma, Aurornis sería el avialano más antiguo, y Archaeopteryx uno de los puntos de divergencia más antiguos dentro del grupo.

La mejor prueba de la existencia de un antiguo curso fluvial en Marte

Un equipo estadounidense publica en Science la mejor prueba facilitada hasta ahora de la existencia de un antiguo curso fluvial en Marte. Así lo confirma el descubrimiento de conglomerados –roca formada por una mezcla de piedras y arena– en los sedimentos del cráter marciano Gale, por donde se mueve actualmente el rover Curiosity. Incluso se han detectado guijarros redondeados parecidos a los de los ríos terrestres. Los datos los han facilitado dos instrumentos del rover: la cámara del mástil (Mastcam) y el espectrómetro CHEMCAM, que analiza las rocas marcianas mediante un láser.

Los científicos estiman que el río marciano en esta región debió de tener entre 0,3 y 90 cm de profundidad, con una velocidad del agua de entre 0,2 y 0,75 metros por segundo. El nuevo estudio parece confirmar lo que otros ya habían sugerido antes: que las condiciones en el pasado de Marte fueron mucho más cálidas y húmedas que las actuales.

Este hallazgo permite a los científicos reconstruir la historia climática del planeta. «Para poder mover y moldear estos cantos rodados, el agua debería de haber corrido entre diez centímetros y un metro de profundidad, circulando a una velocidad aproximada de 3,6 kilómetros por hora, más rápido que en los cauces habituales de muchos ríos», explica Morten Bo Madsen, líder del grupo de investigadores del Instituto Niels Bohr.

Es por eso que no se ha tratado de corrientes esporádicas que se evaporaran rápidamente, sino que el agua habría discurrido por dicho cauce durante periodos de tiempo prolongados. Probablemente, el planeta poseería una atmósfera más densa que la actual, con unas presiones superiores, pues en la actualidad la presión es cien veces menor que la terrestre.

domingo, 26 de mayo de 2013

Los "relámpagos oscuros" de las tormentas; rayos gamma en vez de luz visible

Se sabe desde hace casi una década que las tormentas eléctricas son capaces de generar breves pero poderosas ráfagas de rayos gamma, conocidas como destellos terrestres de rayos gamma. Estos destellos son tan luminosos que pueden deslumbrar a los instrumentos satelitales situados a centenares de kilómetros de distancia en el espacio exterior. Como estos destellos pueden originarse cerca de las mismas altitudes por las que circulan los vuelos comerciales, se ha estado intentando determinar desde su descubrimiento si representan una fuente peligrosa de radiación para los ocupantes de los aviones.

Hasta hace muy poco, no había forma de responder con suficiente fiabilidad a esa pregunta, ya que era muy poco lo que se sabía sobre cómo las tormentas generan estos rayos gamma, y las estimaciones iniciales sobre la dosis de radiación fueron muy variadas. Ahora, un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Florida (Florida Tech) ha desarrollado un modelo que promete ser capaz de representar con precisión cómo las tormentas logran producir esta radiación de alta energía.

Según el modelo del equipo de Joseph Dwyer, Ningyu Liu y Hamid Rassoul, en lugar de crear relámpagos normales, a veces las tormentas pueden producir un tipo exótico de fenómeno eléctrico en el que intervienen electrones de alta energía y sus correspondientes partículas de antimateria, llamadas positrones. La interacción entre los electrones y los positrones causa un crecimiento explosivo en el número de partículas de alta energía, emitiendo los citados destellos de rayos gamma mientras descargan eléctricamente al nubarrón con gran rapidez, a veces incluso más rápidamente que un relámpago normal. Aún cuando se emitan copiosos rayos gamma en este proceso, se produce muy poca luz visible, por lo que a estos fogonazos de rayos gamma se les puede describir como "relámpagos oscuros".

El reciente trabajo de modelación de los relámpagos oscuros muestra que el mecanismo descrito puede explicar muchas de las propiedades observadas de los destellos terrestres de rayos gamma.

El modelo también calcula las dosis de radiación recibidas por las personas que viajan a bordo de los aviones que puedan estar justo en un lugar inoportuno en un momento inoportuno.

[Img #13451]Cerca del borde superior de las nubes de tormenta, las dosis de radiación recibidas de los tipos de destellos terrestres de rayos gamma que pueden verse desde el espacio, son equivalentes a unas 10 radiografías de tórax, o aproximadamente la cantidad de radiación natural que recibiríamos en el transcurso de un año.

Sin embargo, cerca de la zona media de las tormentas, la dosis de radiación podría ser unas 10 veces mayor, parecida a someterse a un escaneo de tomografía computerizada de cuerpo entero.

De todas formas, las probabilidades de que un avión esté en el momento y lugar más inoportunos son muy bajas. Y por otro lado, ya se investiga en el diseño de medidas extra de protección para esos eventuales casos.

Miden la autoría humana en los cambios de la vegetación mundial

El clima gobierna la estacionalidad del desarrollo de la vegetación. En las húmedas latitudes medias, la temperatura es el factor que más influye en el crecimiento de la planta. En las áreas predominantemente secas, sin embargo, el factor limitante es la disponibilidad de agua, y en las latitudes altas lo es la radiación solar incidente.

Sin lugar a dudas, la humanidad también ejerce una influencia que contribuye a modificar el ecosistema. La pregunta clave ha sido: "¿En qué medida?".

Desde la década de 1980, los satélites han estado registrando cómo está cambiando la vegetación en la superficie terrestre. En los últimos treinta años, por ejemplo, la vegetación ha aumentado en el hemisferio norte pero ha menguado en el hemisferio sur. Sólo recientemente ha sido posible comenzar a cuantificar hasta qué punto la variabilidad climática, la actividad humana o una combinación de ambos factores, han sido responsables.

Un equipo interdisciplinario encabezado por los geógrafos Rogier de Jong y Michael Schaepman, así como por el matemático Reinhard Furrer, de la Universidad de Zúrich en Suiza, ha desarrollado ahora un nuevo modelo junto a colegas holandeses que puede mostrar separadamente las influencias de la actividad humana y la variabilidad del clima en la vegetación. Con este fin, los científicos usaron datos satelitales sobre el aumento o la disminución de la cubierta vegetal y su densidad, de los últimos treinta años. A eso le añadieron observaciones climáticas y estimaciones mediante modelación digital del clima, así como datos del uso de los suelos.


[Img #13507]
A la izquierda, la contribución relativa de los efectos climáticos a los cambios de la vegetación global entre 1982 y 2011. A la derecha, los cambios climáticos en la temperatura, la cubierta nubosa, la precipitación y la evaporación potencial entre 1982 y 2008. (Imágenes: UZH)

Los científicos han llegado a la conclusión de que más del 30 por ciento de los cambios en la actividad de la vegetación global se debe a las acciones humanas. Cerca del 54 por ciento de los cambios en dicha actividad puede atribuirse a la variabilidad climática. Y alrededor del 10 por ciento restante no puede explicarse totalmente como consecuencia de la acción climática ni de la humana. Los autores del estudio sospechan que esta última porción se debe a efectos por ahora inexplicados de las interacciones entre la humanidad y el clima.



El CO2 atmosférico ya rebasa el umbral de las 400 partes por millón

Después de diversos análisis de datos, se ha verificado que el pasado 9 de mayo, la concentración media diaria de dióxido de carbono en la atmósfera sobre la estación de monitorización de Mauna Loa, en Hawái, superó las 400 ppm (partes por millón) por primera vez desde que empezaron las mediciones en 1958. Puesto que las emisiones de CO2 a la atmósfera siguen a buen ritmo, no hay razón para creer que esta medición sea una rareza irrepetible, sino que todo apunta a que acabamos de asistir al primer paso inequívoco en la instauración de las 400 partes por millón como el nuevo valor normal y global de la concentración media de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre.

Mediciones independientes realizadas por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) y el Instituto Scripps de Oceanografía, dependiente de la Universidad de California en San Diego, han estado en sintonía con este nivel por esas fechas. Este hecho marca un hito importante porque la estación de Mauna Loa, al ser la estación de vigilancia sistemática de dióxido de carbono (CO2) con la serie más larga de mediciones en el mundo, es el principal punto global de referencia sobre la evolución en las últimas décadas de la concentración atmosférica de este potente gas de efecto invernadero.

El dióxido de carbono, bombeado a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas, es el gas de efecto invernadero que más contribuye al cambio climático. Su concentración ha aumentado cada año desde que los científicos empezaron a hacer mediciones sistemáticas hace medio siglo en las laderas del volcán Mauna Loa. El ritmo de crecimiento se ha acelerado desde que empezaron las mediciones. De aproximadamente un crecimiento de 0,7 ppm por año a finales de la década de 1950, ha pasado a 2,1 ppm por año durante los últimos 10 años.

"Ese aumento no es una sorpresa para los científicos", explica Pieter Tans, de la División de Monitorización Global del Laboratorio de Investigación del Sistema Tierra, de la NOAA, en Boulder, Colorado. La comunidad científica lleva muchos años alertando sobre este proceso. "La evidencia es concluyente en cuanto a que el fuerte crecimiento de las emisiones globales de CO2, producto de la quema de carbón, petróleo, y gas natural, es la fuerza motriz que causa esta aceleración."

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Hacia un conocimiento más detallado de las causas del glaucoma y del desprendimiento de retina

Usando nuevas tecnologías y nuevos enfoques de estudio, un equipo de científicos espera poder explicar las causas exactas de la pérdida de visión que se sufre en enfermedades oculares tales como el glaucoma y el desprendimiento de retina.

Hasta ahora, las investigaciones sobre enfermedades oculares tales como el desprendimiento de retina y el glaucoma se han concentrado en el proceso bioquímico que, en conexión con esas enfermedades, se produce en el ojo.

En cambio, Fredrik Ghosh y Linnéa Taylor, de la Universidad de Lund en Suecia, se concentran en tratar de entender el proceso biomecánico asociado a esas enfermedades, y su enfoque ya ha despertado grandes expectativas entre los expertos.

El glaucoma y el desprendimiento de retina tienen un fuerte componente mecánico, y los resultados conseguidos en el desarrollo de una nueva técnica para explorar dicho componente mecánico podrían ser el primer paso hacia la elaboración de una explicación mucho más completa y profunda de por qué aparecen estas enfermedades.

La nueva técnica para investigar la importancia del entorno biomecánico dentro del sistema nervioso central se basa en hacer crecer tejido retinal de cerdos adultos en un estado estirado similar al que experimenta dicha clase de tejido cuando está presente en un ojo vivo y soporta las tensiones mecánicas normales asociadas a su función.

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Bastan unos pocos cigarrillos al día para incrementar el riesgo de sufrir artritis reumatoide

anto el número de cigarrillos fumados al día como la cantidad de años que una persona ha fumado, aumentan el riesgo de artritis reumatoide, según los resultados de una nueva investigación. El riesgo disminuye después de dejar de fumar, pero en comparación con personas que nunca han fumado, el riesgo todavía es elevado 15 años después de abandonar el tabaco.

Investigadores del Instituto Karolinska y el Hospital Universitario Karolinska analizaron datos de 34.000 mujeres suecas de entre 54 y 89 años de edad, 219 de las cuales tenían artritis reumatoide.

Los resultados del estudio muestran que incluso si solo se fuma un poco, eso va unido a un aumento en el riesgo de padecer artritis reumatoide. Fumando de 1 a 7 cigarrillos por día, se duplica el riesgo. Cuando en la investigación se comparó a las mujeres que habían fumado durante 25 años con las no fumadoras, se encontró que el riesgo también aumenta con la duración del hábito de fumar.

Dejar de fumar disminuye las posibilidades de desarrollar artritis reumatoide, y el riesgo continúa disminuyendo con el paso del tiempo después de haber abandonado el tabaco. En la investigación se determinó que después de 15 años tras dejar de fumar, el riesgo de artritis reumatoide se había reducido a la tercera parte. Sin embargo, en comparación con las mujeres que nunca habían fumado, el riesgo seguía siendo significativamente mayor, aún después de 15 años tras abandonar el hábito.

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Progresos en el ensayo clínico de una nueva terapia contra la Enfermedad de Lou Gehrig

Un tratamiento para una forma heredada de la Enfermedad de Lou Gehrig ha pasado con éxito la primera fase de un ensayo clínico, determinándose que la terapia no produce efectos secundarios severos en pacientes con esa dolencia.

La enfermedad de Lou Gehrig es una afección degenerativa neuromuscular, conocida también como esclerosis lateral amiotrófica, y que padece, por ejemplo, el famoso físico Stephen Hawking.

Los resultados obtenidos por el equipo de investigación, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, y el Hospital General de Massachusetts, ambas entidades en Estados Unidos, también indican que el medicamento alcanzó con éxito el sistema nervioso central.

El tratamiento utiliza una técnica que desactiva el gen mutado que causa la enfermedad. Esta estrategia no había sido probada antes contra enfermedad alguna de las que dañan las células nerviosas del cerebro y la médula espinal.

Estos resultados son un paso adelante en el desarrollo de este tipo de terapias, y también sugieren que la misma táctica se podría aplicar a otros genes mutados que causan trastornos del sistema nervioso central, tal como valora el Dr. Timothy Miller, coautor del estudio y profesor de neurología en la Universidad Washington. Algunas otras afecciones para las que podría ser útil esta estrategia son la enfermedad de Parkinson, la de Huntington, y ciertas formas del Mal de Alzheimer, entre otras dolencias.

La esclerosis lateral amiotrófica destruye los nervios que controlan a los músculos, conduciendo gradualmente a la parálisis y a la muerte. Para el tratamiento de la enfermedad, el único medicamento aprobado por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA), tiene sólo un efecto menor contra la enfermedad.

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Nueva hipótesis sobre el mecanismo de la Enfermedad de Alzheimer

Unos científicos han presentado una nueva hipótesis sobre cómo puede aparecer la Enfermedad de Alzheimer.

Esta hipótesis también ofrece nuevos puntos de partida para intentar desarrollar nuevas terapias mucho más eficaces que los recursos hoy disponibles.

El equipo de Thorsten Müller, Katrin Marcus y Helmut E. Meyer, de la Universidad del Ruhr en Bochum, Alemania, analizó la interacción de las proteínas FE65 y BLM, que regulan la división celular.

En el modelo de cultivo celular, descubrieron estructuras esféricas en el núcleo que contenían FE65 y BLM. La interacción de las proteínas generaba una señal incorrecta para la división celular. Esto podría explicar la degeneración y la muerte de células nerviosas en los pacientes con Mal de Alzheimer.

La proteína precursora de amiloide (APP por sus siglas en inglés) es fundamental para la Enfermedad de Alzheimer. La APP fija la proteína FE65 a la membrana, que fue el objetivo del estudio actual.

En los pacientes con Mal de Alzheimer, la proteína APP, una compañera de interacción de la FE65, cambia. La interacción de las dos moléculas es importante para el transporte de FE65 hacia el núcleo, donde ésta regula la división celular en combinación con la BLM. El equipo de Müller supone que la interacción alterada entre la APP y la FE65 envía incorrectamente la señal de dividirse a las células. Como las células nerviosas normalmente no pueden dividirse, entonces sufren cambios nocivos y mueren.
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Salvan la vida de un bebé con un dispositivo salido de una impresora 3D

Kaiba Gionfriddo, que ahora tiene 20 meses, nació con una enfermedad conocida como traqueobroncomalacia, una rara enfermedad que puede producir el colapso de las vías respiratorias y que le impedía respirar por sí mismo.

Según un comunicado de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), el niño tenía muy pocas posibilidades de salir con vida del hospital y sus padres dieron autorización para que se utilizase con su hijo un método que estaba siendo desarrollado por el departamento médico de esta universidad.

Fue así como Glenn Green, doctor de otorrinolaringología pediátrica y Scott Hollister, investigador de ingeniería biomédica y mecánica y profesor asociado de cirugía, en colaboración con el Hospital Infantil de Akron, obtuvieron una autorización de emergencia de la Food and Drug Adminsitration (FDA) para crear un dispositivo que ayudara a Kaiba a respirar.

Green y Hollister diseñaron una férula que podría ser unida a las vías respiratorias del bebé para expandir sus bronquios y ayudar a su sistema respiratorio a crecer de manera adecuada.

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La férula fue creada con un biomaterial reabsorbible por el cuerpo en tres años. (Foto: NEMJ)
Los doctores reprodujeron este dispositivo mediante una impresora 3D y utilizaron un biomaterial llamado policaprolactona, que es reabsorbible por el cuerpo en tres años a medida que el tejido sano crece y lo reemplaza. La descripción del caso se ha presentado esta semana en el New England Journal of Medicine.

“Fue increíble, tan pronto se implantó la férula, los pulmones comenzaron a subir y bajar por primera vez. En ese momento supimos que Kaiba iba a estar bien", ha señalado Green.

Green y Hollister diseñaron el dispositivo personalizado y a medida utilizando imágenes de alta resolución y diseño asistido por ordenador. Fue creado a partir de una tomografía de la tráquea y los bronquios del bebé.

El comunicado de la Universidad de Michigan señala que para cuando el dispositivo implantado se reabsorba, los pulmones del niño y sus vías respiratorias ya se habrán desarrollado suficientemente como para mantenerse abiertos por sí mismos.

Tras insertar el dispositivo, los médicos mantuvieron al bebé con respiración asistida durante 21 días, tras los cuales abandonó el hospital con una traqueotomía. Un año después de la cirugía, no se ha observado ningún problema relacionado con la férula, según los doctores.

“Este caso muestra que la alta resolución de imagen, el diseño asistido por ordenador y los biomateriales de impresión tridimensional, pueden, en su conjunto, facilitar la creación de dispositivos implantables para ayudar a solucionar condiciones específicas de los pacientes”, concluyen los investigadores.

Nuevo y espectacular caso de transmisión cultural en los cetáceos

Los cetáceos son capaces de aprender de uno a otro individuo nuevas estrategias de caza, tal como podemos hacer los humanos. Así se ha confirmado en una investigación hecha con individuos de la especie conocida popularmente como ballena jorobada.

Los autores del estudio, dirigidos desde la Universidad de St. Andrews en el Reino Unido, han descubierto que una nueva técnica de caza se ha extendido al 40 por ciento de una población de ballenas jorobadas.

La comunidad de ballenas jorobadas de las aguas costeras de Nueva Inglaterra, Estados Unidos, se vio obligada a buscar nuevas presas después de que las existencias de arenques (su alimento preferido) se redujeran drásticamente a principios de la década de 1980.

La solución que algunas ballenas idearon (golpear el agua con sus colas al dar caza a una presa diferente) ha terminado extendiéndose a muchos otros individuos de su población mediante la transmisión cultural. En 2007, se había visto usar esa nueva técnica de caza a casi el 40 por ciento de la población.

Tal como subraya Luke Rendell, del equipo de investigación, este estudio muestra cuán vital es la transmisión cultural en las poblaciones de ballenas jorobadas. No sólo aprenden unas de otras sus famosas "canciones", sino que también aprenden técnicas de caza que les permitan amortiguar los efectos nocivos de una ecología cambiante.
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Confirmado el magnetar más antiguo y más débil

Un estudio, liderado por el CSIC (España), ha confirmado la existencia del segundo magnetar –estrella de neutrones de campo magnético muy intenso– anómalo conocido hasta el momento.

Este cuerpo celeste, denominado SGR 0418+5729, es el más antiguo y más débil de los detectados de su tipología. El hallazgo, publicado en la revista The Astrophysical Journal, aporta información que podría ayudar a comprender la evolución de las estrellas de neutrones y las explosiones de supernovas.

La confirmación de SGR 0418+5729 como magnetar anómalo ha sido posible gracias a la observación obtenida durante tres años por los telescopios espaciales Chandra, XMM Newton, RXTE y Swift, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA. 

“Se han necesitado las observaciones de tantos instrumentos espaciales porque para medir el campo magnético con alta precisión, se necesita obtener observaciones durante muchos años y de forma muy regular”, comenta el investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Espacio Alessandro Papitto.

“Este magnetar, detectado en 2010, presenta las erupciones violentas y repentinas en altas energías típicas de un magnetar clásico pero tiene un campo magnético mucho más débil. La debilidad de su campo magnético nos ha permitido estimar la edad de este objeto en unos 550.000 años, lo que lo convierte en el más antiguo de los conocidos hasta el momento”, explica la investigadora del CSIC Nanda Rea, del Instituto de Ciencias del Espacio.

Una de las hipótesis alternativas para justificar una rotación más lenta de lo esperado es la existencia de un disco de polvo alrededor del magnetar que podría estar frenando su rotación. Sin embargo, los investigadores han descartado esa posibilidad después de no haber hallado ningún rastro del disco en las observaciones con diferentes longitudes de onda.

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Imagen artística y real del magnetar. (Foto: NASA / Swift, Chandra, XMM-Newton, William Herschel Telescope, Plateau de Bure)
“La no detección del disco implica que este, si existe, no es lo suficientemente masivo como para modificar la rotación de la estrella, y el pequeño frenado que se observa sólo puede ser debido a un campo magnético débil”, añade la investigadora Aina Palau, también del Instituto de Ciencias del Espacio.

Los magnetares son estrellas de neutrones que poseen campos magnéticos muy intensos, unas 1.000 veces más que los radio púlsares, cuya intensidad es, a su vez, mil billones de veces mayor que la del Sol. Nacidas de las explosiones de supernovas, las estrellas de neutrones se caracterizan por rotar a gran velocidad y tener una masa un poco mayor que la del Sol pero concentrada en un radio de unos 10 kilómetros aproximadamente. Su edad se determina a partir de la velocidad de rotación ya que a medida que evolucionan van girando más lentamente.

El estudio sobre SGR 0418+5729 sugiere que las erupciones de rayos gamma podrían ser un indicio de la formación de magnetares. “Haber encontrado magnetares con campos magnéticos tan débiles indicaría que el ritmo de nacimiento de estos objetos es entre cinco y diez veces superior a lo que se creía, pero deben encontrarse escondidos en el Universo ya que se detectan solo durante dichas erupciones de alta energía, que son poco frecuentes.

Misteriosas manchas de mayor temperatura en una estrella supergigante roja

Una nueva imagen de la atmósfera exterior de Betelgeuse, una inmensa estrella de una clase conocida como supergigante roja, y una de las más cercanas a la Tierra de este tipo, revela la estructura detallada de "nubes" de materia que están siendo expulsadas de la estrella.

La imagen, tomada por el conjunto de radiotelescopios e-MERLIN, gestionado desde el Observatorio de Jodrell Bank en el Reino Unido, también muestra regiones de gas sorprendentemente caliente en la atmósfera exterior de la estrella y un arco de gas más frío.

Betelgeuse es fácilmente visible a simple vista como la brillante estrella roja en el hombro de Orión, el cazador. La estrella en sí es enorme (1.000 veces más grande que nuestro Sol), pero al estar a una distancia de unos 650 años-luz aparece vista desde la Tierra como un puntito luminoso en el cielo. A fin de lograr captar más detalles de la estrella, hay que recurrir a técnicas especiales, combinando perspectivas desde distintos puntos geográficos de la Tierra, en lo que se conoce como interferometría. De este modo, es factible distinguir algunos detalles de la estrella y de la región alrededor de ella.

La nueva imagen de Betelgeuse brindada por el conjunto e-MERLIN muestra que la atmósfera de la estrella se extiende hasta cinco veces el tamaño de su superficie visual. Revela también dos puntos calientes dentro de la atmósfera exterior y un tenue arco de gas frío que se extiende incluso más lejos, concretamente más allá de la superficie estelar mostrada en la banda de las ondas de radio.

Los puntos calientes están separados por aproximadamente la mitad del diámetro visual de la estrella, y tienen una temperatura de entre 3.700 y 4.700 grados centígrados más o menos, mucho más alta que la temperatura media de la superficie estelar captada en la banda de las ondas de radio, aproximadamente 900 grados centígrados, e incluso más alta que la de la superficie captada visualmente (3.300 grados centígrados).

El arco de gas frío se encuentra a casi 7.400 millones de kilómetros de distancia de la estrella, una distancia similar a la que separa Plutón del Sol. Se estima que este arco tiene una masa de casi dos tercios de la masa de la Tierra y una temperatura de aproximadamente 120 grados centígrados bajo cero.

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sábado, 25 de mayo de 2013

Desarrollan un nuevo material basado en el silicio


Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado un material artificial basado en el silicio con propiedades ópticas y electromagnéticas prometedoras que podrían proporcionar avances tecnológicos y científicos.
Tradicionalmente sólo existen materiales artificiales basados en metales nobles como el oro, de mayor coste económico. Ese nuevo material, sin embargo, no aparece de forma espontánea en la naturaleza.
La investigación ha sido dirigida por el científico Francisco Meseguer, investigador del CSIC en la Unidad Asociada del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid en la Universidad Politécnica de Valencia, y los resultados los ha publicado hoy la revista Nature Communications.
Las "nanoesferas" de silicio que ha conseguido desarrollar el equipo de científicos son las que han dado lugar a este nuevo material artificial. Son100 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano.
La edad del Silicio
Cristal fotónico de nanopartículas de silicio. | Shi LeiFrancisco Meseguer, responsable del estudio, afirma que normalmente los metamateriales se fabrican a partir de metales nobles como el oro. "Nuestro hallazgo supone varias ventajas respecto a él: a diferencia del oro, el silicio es transparente a la radiación infrarroja donde tiene su aplicación y es hasta 1.000 veces más barato", ha explicado.
El equipo de Meseguer lleva ocho años trabajando en las nanopartículas esféricas de silicio, un periodo durante el que han descubierto algunas de sus propiedades singulares, entre ellas su alta capacidad para bloquear la radiación solar.
La gran cantidad de aplicaciones que se han encontrado para el silicio en los últimos sesenta años han propiciado que este periodo sea conocido como "la Edad del Silicio", según el CSIC. Este elemento es empleado en circuitos de ordenadores y en las células fotovoltáicas de los paneles solares.
"En los últimos años, debido a las limitaciones de la tecnología actual, y a la aparición de nuevos materiales y tecnologías, muchos se preguntan si la Edad del Silicio está tocando a su fin", ha señalado Francisco Meseguer.Pero para el investigador, "las ventajas tecnológicas que supone su avance, así como el reconocimiento de la publicación en la revista Nature Communications, sugieren que el silicio todavía tiene mucho camino que recorrer".

Homínidos africanos algo duros de oído


Los chimpancés oyen el habla humana como si fueran un poco duros de oído, como una persona con sordera moderada que no distingue bien los sonidos bajos o en un entorno ruidoso. El Homo sapiens, sin embargo, tiene un oído muy fino para esas frecuencias, algo tan imprescindible para la comunicación compleja mediante el lenguaje como la capacidad de pronunciar sonidos muy rápidamente y, por supuesto, un cerebro capaz de generar y procesar la información. Es lógico, pues, que los científicos se pregunten cuándo surge en la evolución humana esa adaptación del sistema auditivo de banda ancha frente a la banda estrecha de otros primates.
Una pista importante ha salido a la luz ahora con el descubrimiento y análisis anatómico de los pequeños huesos del oído de un par de homínidos africanos de hace dos millones de años, el Paranthropus robustus y el Australopithecus africanus. Son dos géneros hermanos del ancestro de la humanidad Homo habilis, también africano, explica el paleontólogo Ignacio Martínez. Resulta que en esos dos homínidos, uno de los tres huesecillos del oído, el martillo, es ya claramente parecido al humano actual, aunque el yunque y el estribo siguen siendo primitivos. “Por su tamaño y forma, el martillo se distingue claramente de los de nuestros parientes actuales, es decir, chimpancés, gorilas y orangutanes, siendo uno de los pocos rasgos de esos homínidos similar a nuestra especie”, afirman los científicos, incluido Martínez, que han presentado el descubrimiento en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. La conclusión es que la capacidad auditiva de los P.robustus y A.fricanus sería ya algo diferente de la de los chimpancés, pero aquellos homínidos seguramente todavía eran algo duros de oído.
El martillo, el yunque y el estribo, que exclusivamente tienen los mamíferos, son las tres piezas óseas más pequeñas del esqueleto humano (el tamaño del estribo es la mitad del de una mosca común). Y esos tres huesecillos son los que se encargan de transmitir la vibración del tímpano al oído interno, al receptor sensorial, permitiendo la audición. El gran parecido del martillo del humano actual con el de los P.robustus y losA.africanus —no así el yunque y el estribo—, indica que ese cambio anatómico debió surgir muy pronto en la historia evolutiva. “El bipedalismo \[caminar con dos pies\] y la reducción del tamaño de los caninos se consideran, desde hace tiempo, los hitos de la humanidad ya que parecen estar presentes en los fósiles humanos más antiguos recuperados hasta ahora; pero nuestro estudio sugiere que esa lista tal vez debe ser puesta al día para incluir también los cambios en el martillo”, comenta el científico Rolf M.Quam (State University, Nueva York), líder de la investigación.
 

El autotrasplante de células madre adultas mejora la artrosis de rodilla


Poco a poco, las células madre van llegando a la clínica. Todavía no son esos resultados espectaculares que se esperan (regenerar corazones, tratar el párkinson), pero son muestras del potencial de esta técnica. Un equipo español acaba de publicar en la revista Trasplantation, de la asociación americana de trasplantes, un trabajo en el que demuestra la utilidad del autotrasplante de células madre mesenquimales (de adulto) para tratar la artrosis de rodilla. En el ensayo, con 12 pacientes, 11 manifestaron una gran mejoría en la calidad del cartílago articular medido mediante resonancia, además de disminuir el dolor y facilitar la movilidad de los afectados.
El ensayo lo han llevado a cabo investigadores agrupados en la Red de Terapia Celular del Instituto de Salud Carlos III, que pertenecen al Instituto de Biología y Genética Molecular (centro mixto de la Universidad de Valladolid y el CSIC), y al Centro Médico Teknon de Barcelona. Se trata de la variante más sencilla de este tipo de tratamiento en el que se sacan las células de la grasa del propio paciente y tras purificarlas se le reinyectan en la rodilla. Esto supone un paso sobre la situación actual, ya que los tratamientos que se usan ahora para la artrosis no crean cartílago sano, sino que son sintomáticos. Al usar células del propio paciente no hay riesgo de rechazo.

Esta es una de las pocas aplicaciones de las células madre que han llegado a la clínica, como manifestó hace poco en un congreso Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, quien hizo la advertencia como una llamada para que personas con toras dolencias no acudan al extranjero a lo que se denomina ya turismo de células madre.La artrosis o degeneración del cartílago articular es la enfermedad reumatológica más frecuente. Según el estudio ArtRoCad1 de la Sociedad Española de Reumatología, la artrosis de rodilla afecta a un 10% de la población y la de cadera a un 4% (en total, más de 5 millones de españoles) y generan un gasto de superior a los 4.700 millones de euros anuales, indica el Instituto de Salud Carlos III en una nota.

Un neandertal de destete temprano


Los dientes de un muchacho neandertal de hace unos 100.000 años y cuyos restos fósiles fueron descubiertos en la cueva de Scladina (Bélgica) indican que el individuo se alimentó de la leche materna exclusivamente hasta los siete meses, que en los siete siguiente recibió complemento alimenticio y que fue totalmente destetado cuando tenía algo más de un año. La información permite a los científicos ir adentrándose más y más en la biología de aquellos humanos y el nuevo análisis que ha permitido conocer este dato es esperanzador para extender este tipo de conocimientos a otras especies. El conocimiento que los investigadores logran extraer de los fósiles va ya mucho más allá de los datos anatómicos que los paleontólogos lograban tradicionalmente. La sociobiología del pasado avanza a buen ritmo.
“Las transiciones de la dieta a edades tempranas reflejan aspectos fundamentales de la evolución de los primates y son factores determinantes para la salud en las poblaciones humanas contemporáneas”, escriben Manish Arora (Escuela de Medicina Mount Sinai, Nueva York) y sus colegas en la revista Nature, al explicar su investigación sobre el la alimentación infantil del neandertal. “El destete es crítico para el desarrollo y para las tasas de reproducción: si es temprano puede actuar en detrimento de la salud [de la cría] pero permite acortar en la madre los intervalos entre partos, lo que influye en el crecimiento de la población”. La cuestión es cómo conocer, más allá de los humanos, esas transiciones de la dieta en especies extintas sin algún tipo de marcador preciso.
Manish, junto con Christine Austin y el resto del equipo han descubierto que la edad del destete queda marcada en el tejido de los dientes del individuo. Cuando nace y empieza a mamar aumenta la cantidad de bario que ingiere ya que el contenido de este elemento es superior en la leche de la madre que en el suero que recibía a través del cordón umbilical. Ese bario se acumula en el esmalte y la dentina y su distribución disminuye drásticamente cuando la cría depende de otras fuentes de alimento.
Para validar su método, los investigadores han hecho análisis de los dientes de niños de los que se tenían datos precisos de sus calendarios de alimentación y de macacos en cautividad con la dieta controlada. Después, han estudiado los niveles de bario en un diente del muchacho neandertal, que moriría con unos 10 o 12 años y que, según los datos que han obtenido, fue completamente destetado a los 14 meses. El período de dependencia exclusiva de la leche materna de ese individuo neandertal, siete meses, es equiparable al plazo observado en sociedades cazadoras y recolectoras humanas y en chimpancés en libertad, que empiezan a suministrar complementos alimenticios a sus crías hacia los seis meses de vida, explican Arora y sus colegas.