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domingo, 24 de marzo de 2013

Una gigantesca orgía volcánica dio paso a los dinosaurios


Los dinosaurios no deberían quejarse de que un meteorito causara su extinción hace 66 millones de años. Porque su florecimiento 135 millones de años antes también se debió a un cataclismo, en este caso la erupción de una serie de volcanes gigantes al final del triásico. Así que lo comido por lo servido.
Los dinosaurios evolucionaron de otros reptiles más modestos hace 230 millones de años, aún en pleno triásico, pero no fue hasta la extinción masiva que puso fin a esa era cuando florecieron hasta alcanzar la diversidad y las espectaculares dimensiones que los han hecho famosos. Gracias a aquella extinción que cambió las reglas del juego y despejó los ecosistemas, los dinosaurios pudieron dominar el planeta durante los dos periodos geológicos que la sigueron, el jurásico y el cretácico.
Ya se sabía que hubo un volcanismo masivo en el triásico, pero su asociación a la extinción que le puso final era solo una hipótesis debido a la escasa precisión de las dataciones, con un error en el rango del millón de años arriba o abajo. Los geólogos Terrence Blackburn, Paul Olsen y sus colegas del MIT (Massachussets Institute of Technology) en Boston, la Universidad de Columbia en Nueva York y otros cuatro centros estadounidenses, canadienses y marroquíes han logrado afinar ese margen de error a solo 20.000 años.
Tal y como muestran hoy en la revista Science, en ese pestañeo geológico coinciden el vulcanismo masivo y la extinción igualmente masiva que inauguró la era jurásica. Un margen de error de 20.000 años es seguramente lo más parecido a una demostración que puede ofrecer la geología actual. Al menos pone en graves problemas a quien proponga que la extinción y el vulcanismo fueron una coincidencia.
Los geólogos han examinado los estratos inmediatamente anteriores y posteriores a la extinción del fin del triásico en yacimientos geológicos de todo el planeta, desde las costas de Nueva Jersey hasta las rocas del Magreb, y han podido vincular la extinción –la desaparición abrupta de la mitad de las especies hace 201 millones de años— con un “conjunto datado con precisión de erupciones volcánicas gigantescas”.
Olsen y sus colegas no creen que la mitad de las especies triásicas se abrasaran literalmente en la lava de aquella orgía volcánica. Conjeturan más bien que las gigantescas erupciones provocaron un cambio climático tan brusco –“tal vez de un ritmo similar al causado actualmente por la especie humana”, propone Olsen— que la mitad de las especies vivas no tuvieron tiempo de adaptarse.

Nuevos huevos de dinosaurio hallados en Lleida


El análisis de los restos de huevos de dinosaurios encontrados en el rico yacimiento de Coll de Nargó, en Lleida, ha ampliado el número de especies conocidas que habitaban esa zona hace más de 65 millones de años.
“En el yacimiento se habían encontrado de forma abundante restos de cáscaras, huevos y nidos atribuidos a dinosaurios, y más concretamente a los saurópodos. Hasta la fecha, solo se había reconocido un tipo de huevo de dinosaurio (ooespecie) en esta zona, el correspondiente al dinosaurio Megaloolithus siruguei. Después de analizar más de 25 estratos a lo largo de la formación Tremp, se ha podido identificar un mínimo de cuatro tipos distintos, correspondientes a las especiesCairanoolithus roussetensis, Megaloolithus aureliensis, Megaloolithus siruguei y Megaloolithus baghensis”, ha declarado a SINC Albert García Sellés, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, autor principal de un estudio que publica la revista Cretaceous Research.
Uno de los principales problemas que se encuentran los paleontólogos al estudiar los restos fósiles es determinar la edad de los sedimentos que los contienen. En este caso, los huevos han permitido datar la formación. “Gracias a la asociación de ooespecies encontradas en Coll de Nargó se ha podido establecer que este yacimiento tiene una edad comprendida entre 71 y 67 millones de años”, asegura el experto.
Es especialmente relevante que se hayan encontrado fósiles deCairanoolithus en esta zona, ya que son los primeros restos de este dinosaurios localizados en la península Ibérica. Hasta ahora solo se había hallado en el sur de Francia, informa la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.
Según García Sellés, este descubrimiento constituye una nueva prueba de la conexión entre las faunas de dinosaurios de Francia y la península Ibérica hace unos 70 millones de años.
Por otro lado, el hecho de encontrar más de 25 niveles estratigráficos con huevos y nidos es una clara evidencia de que estos grandes dinosaurios herbívoros utilizaron la zona de Coll de Nargó como área de nidificación durante varios millones de años.

Autodefensa de los insectos polares ante la falta de agua

En el entorno oceánico de la Antártida y las regiones costeras viven varias especies de grandes animales, como focas, pingüinos y ballenas, pero hay muy pocos insectos, excepto en la comparativamente templada península Antártica. Allí vive un mosquito, Belgica antarctica, endémico del continente blanco, y unos científicos han estudiado como se ha adaptado a ese entorno muy frio en que el acceso a agua en estado líquido no es en absoluto frecuente. Las larvas, por ejemplo, son muy tolerantes a la deshidratación, capaces de sobrevivir perdiendo hasta el 70% de su agua corporal, lo que refuerza la tolerancia a la congelación. Sin embargo, los insectos del Ártico, pese a vivir en un ecosistema extremo similar, utilizan métodos completamente diferentes para hacer frente a la escasez de agua.

Los investigadores, liderados por David Denlinger y Richard E Lee, capturaron especímenes de B. antártica cerca de la base estadounidense Palmer y realizaron después análisis genéticos para estudiar los mecanismos moleculares de capacidades de esos mosquitos. Así, estudiaron la expresión de miles de genes de respuesta al entorno seco y frío de la Antártida. Los resultados se han presentado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.

En el invierno antártico, “las larvas del mosquito son capaces de defenderse mediante una forma de deshidratación denominada crioprotectora”, explica la National Science Foundation estadounidense, organismo que ha financiado el estudio. “La deshidratación crioprotectora es un mecanismo en el que una caída gradual de la temperatura en presencia de un entorno helado crea un gradiente de presión de vapor que extrae agua del cuerpo, disminuyendo el punto de fusión de los fluidos corporales y permitiendo que las larvas no se congelen a temperaturas bajo cero”, continúan los expertos.

Sin embargo, al comparar las estrategias de protección de estos insectos de la Antártica con la respuesta a la escasez aguda de agua líquida de otros artrópodos terrestres como el Megaphorura arctica y elFolsomia Candida, parientes cercanos de los insectos, los investigadores han descubierto notables diferencias que residen en la expresión de los genes. Mientras el B.antarctica reduce al mínimo su actividad metabólica y espera a que mejoren las condiciones ambientales, el F. Candida, por ejemplo, recurre a la absorción de vapor para restablecer el equilibrio de agua durante períodos largos de falta de agua.

Un tratamiento novedoso hace remitir en adultos una leucemia muy grave

Un tratamiento que altera genéticamente las propias células inmunes de un paciente para combatir el cáncer, la llamada terapia celular, ha sido efectiva por primera vez en un paciente con leucemia. Este tipo de cáncer agudo remitió en un adulto a pesar de haber sido resistente al tratamiento con quimioterapia y de dejarle muy poca esperanza de vida. Los investigadores cuentan que los síntomas de leucemia en el paciente desaparecieron a los 8 días del tratamiento.

"Teníamos la esperanza, pero no habríamos podido predecir que la respuesta fuera tan profunda y rápida", ha manifestado Renier J. Brentjens, uno de los autores del estudio y especialista en leucemia en el Centro de Cáncer Sloan-Kettering en Manhattan (Nueva York).

“El tratamiento es experimental y se ha utilizado en sólo un pequeño número de pacientes, pero los expertos en cáncer consideramos que es un enfoque muy prometedor para una variedad de cánceres”. El estudio, realizado en cinco adultos con leucemia aguda, se publicaba este miércoles en la revista Science Translational Medicine.
El tratamiento es similar a la se le aplicó a una niña de 7 años, Emma Whitehead, que estaba a las puertas de la muerte fue tratada y la leucemia empezó a remitir año pasado. Tanto ella como los otros adultos fueron atendidos en la Universidad de Pennsylvania.
Es un enfoque muy prometedor para una variedad de cánceres
Este tratamiento no había sido utilizado antes en pacientes con la enfermedad que tenía Emma, leucemia linfoblástica aguda. Este tipo de cáncer de la sangre es peor en los adultos que en los niños, con una tasa de curación en adultos de sólo alrededor de 40%, en comparación con 80 a 90% en niños. “En los adultos, este tipo de leucemia es una enfermedad devastadora, galopante," dijo el Michel Sadelain, otro de los autores del nuevo estudio y director del Centro de Ingeniería Celular y la transferencia de genes y el Laboratorio de Expresión Génica en el Sloan-Kettering.

Descubierta una mina de oro romana


Las jornadas micológicas dan a veces frutos inesperados. Sobre todo cuando el amante de las setas sabe leer los mensajes ocultos bajo los montones de piedras y las formas onduladas del terreno, que no acostumbran ser caprichosas. En A Mariña coincide que hay varios de estos aficionados al níscalo y el cantarelo que además son capaces de emocionarse ante un petroglifo, una mámoa o lo que podría parecer el parapeto de un castro.
La última vez, en Foz, cesta de mimbre en mano, lo que creyeron toparse dos de estos vecinos de la comarca lucense fue precisamente eso, un parapeto y el consiguiente foso. Pero pasó que después de este foso se levantaba otro parapeto, seguido nuevamente de un foso, y de otro parapeto y otro foso. Parecía una sucesión eterna. La fortificación semejaba excesiva, imposible, y entonces Manuel Miranda, que era precisamente uno de los dos colectores de setas, se llevó la duda a casa tras la excursión. Y no se le ocurrió mejor cosa, a quien también ejerce de portavoz del colectivo Mariñapatrimonio, que empezar a despejar su intriga repasando la toponimia de la zona.
Rego Grande, Pozo Mouro, Quebradoiro, Cal, Furada, Piego, Meixador, por la banda de Foz. Lagoa, Covas y Carral, ya al otro lado del límite municipal, en el ayuntamiento de Barreiros. “Nos dimos cuenta de que muchas de estas palabras hacían referencia al agua, a las conducciones, a los pozos, y que eso tenía que indicar algo”, explica Miranda. “Cal es canal; Piego es piélago, que en castellano tiene también la acepción de estanque; Meixador es, según algunos estudiosos de la toponimia, un lugar por donde se vierte agua; Carral es, entre otras cosas, un lugar con surcos que recuerdan el rastro de las ruedas de los carros”.
Los miembros de Mariñapatrimonio, un grupo que en el último lustro ha informado a la Xunta de numerosos hallazgos arqueológicos que nadie antes había identificado, comprobaron que aquella extraña estructura de fosos y parapetos encontrada en el lugar de A Espiñeira (Foz) tenía su continuidad en la vecina zona de As Covas, al borde de la ría, en Barreiros. Y descubrieron otros signos, como unos montículos de cantos rodados que bien podían ser murias, las escombreras que dejaban a su paso los romanos después de explotar una mina. Las fotos aéreas que consultaron en Internet no ayudaban mucho. La zona está repoblada con pinos y eucaliptos que apenas dejan ver el suelo desde el cielo. Hasta que, buscando con paciencia, se toparon con imágenes en blanco y negro, del año 56. Ahí la vegetación todavía no había crecido, y el terreno aparecía dibujado de surcos que desembocaban en otros canales más grandes, ladera abajo.

El Aquarium se fija en la innovación


El Aquarium de San Sebastián, en colaboración con la empresa alavesa Biomimetiks, ha presentado hoy una nueva visita bajo el nombre “una historia biomimética en el Aquarium”. En ella se pueden conocer ejemplos de sistemas de comunicación, materiales inteligentes o avanzados diseños aerodinámicos basados en la dinámica de la vida animal bajo el mar.
Todos los diseños que se muestran en el Aquarium han sido fundamentados en la vida marina. Algunos de los modelos que hoy en día se aplican en ingeniería, arquitectura o informática, están basados en los movimientos de algunas de las especies que se encuentran bajo el mar. El Aquarium muestra, por ejemplo, un coche creado a partir de la línea aerodinámica del pez cofre. Estos principios se aplican para apostar por la creatividad y la innovación.
Según han indicado los responsables del Aquarium, la visita está dirigida a personas mayores de 12 años.

Rumbo a la pardela cenicienta

La barca saltaba sobre las olas rociando de espuma a los que se habían acomodado en la proa prometiéndoselas muy felices. Una periodista estaba verde. No la ayudaban a vencer el mareo los penetrantes efluvios que venían de popa, donde un miembro de la expedición arrojaba pescado al mar como cebo, en la más pura (e inquietante) tradición de Tiburón. Pero esto no era la embarcación Orca del capitán Quint ni el propósito de la salida dar caza a un terrible depredador sino la lancha Ula y una excursión organizada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/ BirdLife) para avistar ayer en aguas catalanas la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), declarada a la sazón "ave del año 2013" y de regreso a nuestras costas tras migrar por África y Sudamérica.

La tal pardela, de la que ha hecho su bandera la SEO, se mostraba esquiva y no acudía a su presentación oficial, la muy pájara. Subía la fuerza del viento y la facción menos marinera del pasaje sufría en silencio, con los prismáticos al cuello, sin atreverse a usarlos. No era el caso desde luego del nutrido grupo de ornitólogos y birdwatchers a bordo (entre ellos Francesc Kirchner, el dueño de Oryx, la tienda paraíso de los naturalistas), que disfrutaban de lo lindo, corrían a babor y estribor sin parar de señalar y contaban sus pajariles batallitas como si estuvieran en un prado y no en tan inestable y espumeante plataforma de observación.

La singular convocatoria, salir a navegar un jueves laborable para ir a ver aves marinas, prometía y no podía dejar de estar —feliz conjunción de barco y pájaros— bajo la advocación de Stephen Maturin, el naturalista de las novelas marinas del añorado Patrick O'Brian. De hecho, a bordo alguien llevaba secretamente el libro póstumo de la serie, como homenaje, junto a un gorro tipo Nelson y un viejo catalejo.

Zarpamos del puerto de Mataró a las 11 y en seguida se vio que aquello no iba a ser fácil. El mar estaba lleno de cabrillas y la lancha cabalgaba como un potro embravecido. Al dirigirnos mar adentro pudieron verse las primeras caras de duda y aprensión. Seguíamos sin atisbar nada, pero es que a duras penas podías estar de pie sin agarrarte a algo. Y entonces, Jordi Sargatal, nuestro legendario ornitólogo, el hombre que salvó los Aiguamolls de l'Empordà, miembro de la junta directiva de SEO, gritó: "¡Dos alcas!". La mitad del pasaje se lanzó a estribor a mirar y la otra nos concentramos en la hoja de identificación de aves marinas que nos habían proporcionado, pensando algunos que más nos hubiera valido un chaleco salvavidas. Apenas entrevistas las alcas, Sargatal (un hombre que ha visto 6.000 de las 10.000 especies de aves del mundo, “es como un virus”) ya reclamaba nuestra atención sobre un grupo de gaviotas enanas, y sin solución de continuidad señalaba una cabecinegra saludándola con un inesperado "¡guapa!".

sábado, 16 de marzo de 2013

Marte pudo ser habitable


El Curiosity ya ha cumplido. Su objetivo más aireado era averiguar si el planeta rojo pudo alguna vez, en el pasado, ser un entorno apto para la vida. Y los científicos, a la vista de los análisis de las primeras muestras extraídas agujereando la roca, lo tienen claro: “Por lo que sabemos ahora, la respuesta es sí”. La NASA afirma que “Marte pudo albergar microbios”. Sería hace, al menos, 3.000 millones de años.
Las pruebas llegan de la mano de la química, ya que los análisis realizados en el laboratorio rodante allí mismo dan como resultado la presencia de azufre, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno, fósforo y carbono en unas muestras de polvo. Esos elementos químicos son algunos de los ingredientes clave de la vida. El Curiosity extrajo el polvo el mes pasado realizando una perforación de 6,4 centímetros de profundidad en una roca del lecho de una antigua red de canales que descienden desde el borde del cráter Gale, que está explorando desde que llegó en agosto del año pasado. Los miembros de la misión han bautizado la zona bahía de Yellowknife
Los análisis de minerales muestran que, en el pasado, del planeta rojo hubo múltiples períodos de humedad. De hecho, los datos que han presentado los investigadores de la misión indican que “la zona que está explorando el Curiosity es el extremo de un sistema fluvial o un lago intermitente que pudo haber proporcionado la energía química y otras condiciones favorables para microorganismos”, señaló la NASA en un comunicado. El entorno, a diferencia de otras zonas de Marte no está ni extremadamente oxidado ni es muy ácido o muy salado.
“Los minerales arcillosos suponen al menos el 20% de la composición de esta muestra”, explicó David Blake, responsable del analizado químico CheMin del Curiosity. Estos minerales son producto de la reacción de agua relativamente dulce con minerales ígneos, como la olivina, que también está presente en el sedimento.
En resumen, el lugar pudo ser un buen lugar para la proliferación de microorganismos, con agua y minerales de los que obtener energía.
Pero el Curiosity no ha encontrado hasta ahora ningún compuesto orgánico complejo, como aminoácidos (los bloques de construcción de las proteínas), aunque para los científicos no es de extrañar dado que esas moléculas se degradan fácilmente y es muy difícil detectarlas, informa Space.com.
Los especialistas de la misión señalaron que estaban pendientes de hacer más análisis de otras muestras extraídas en la perforación para confirmar los resultados. Pero las operaciones científicas del Curiosityestán ahora suspendidas debido a un problema surgido en la memoria del ordenador principal del vehículo. De momento, está funcionando de reserva. Los ingenieros planean solucionarlos en breve. De cualquier modo, aunque el Curiosity retome su funcionamiento normal, las perforaciones en el suelo marciano no se reanudarán hasta el próximo mes de mayo, ya que durante abril, las posiciones relativas de Marte y la Tierra dificultarán las comunicaciones con el vehículo.
Pese al interesante resultado obtenido con los análisis químicos, elCuriosity está diseñado para funcionar al menos un año marciano en el planeta vecino, casi dos años terrestres. Y los científicos consideran que no han hecho más que empezar: “Es una misión de descubrimiento y exploración y, como equipo, sentimos que tenemos por delante muchos más descubrimientos emocionantes en los próximos meses y años”, dijo ayer John Grotzinger, jefe científico de la misión. El plan es seguir trabajando en la misma zona unas semanas antes de ordenar alCuriosity que emprenda la larga excursión a las estribaciones del monte Sharp, que está en el centro del cráter Gale, y en las que se fijaron los investigadores desde que vieron las primeras imágenes que tomó y envió el laboratorio rodante al llegar.

La vegetación se desplaza hacia el Norte por el calentamiento global

 La vegetación de extensos territorios boreales y del Ártico se ha extendido en los últimos 30 años hacia el Norte, entre 400 y 700 kilómetros (entre cuatro y seis grados) más al Sur. Es el efecto del cambio climático: las temperaturas de la superficie terrestre suben, la estación de crecimiento de las plantas es más larga y la vegetación se extiende hacia terrenos en los que antes no podía proliferar. Un equipo internacional ha hecho el seguimiento de este proceso desde 1982 hasta 2011, con la ayuda de datos tomados desde satélite, y muestra cómo las plantas han conquistado con un crecimiento vigoroso extensos terrenos, más de nueve millones de kilómetros cuadrados (aproximadamente la extensión de Estados Unidos).

“Las latitudes altas del Norte están siendo más templadas, el hielo del océano Ártico y la duración de la cubierta de nieve está disminuyendo, la estación de crecimiento de las plantas está alargándose”, resume Ranga Myneni, científico de la Universidad de Boston y uno de los autores de la investigación, que se publica en la revista Nature Climate Change. “En el Ártico y en las áreas boreales, están cambiando las características de las estaciones, lo que conduce a grandes perturbaciones para las plantas y para los ecosistemas relacionados con ellas”. En la investigación, financiada por la NASA, participan 21 especialistas de 17 instituciones de siete países.
Los científicos, liderados por Liang Xu (Universidad de Boston), han estudiado la relación entre los cambios en la temperatura y el crecimiento de la vegetación desde 45 grados de latitud Norte hasta el Ártico. El territorio cada vez más verde se aprecia en el suelo por el aumento de los arbustos de cierta altura y de los árboles en vastas regiones de todo el Ártico circunpolar, siendo un proceso más acusado en Eurasia que en Norteamérica. Del territorio septentrional con vegetación (26 millones de kilómetros cuadrados), entre el 34% y el 41% muestra aumento del crecimiento de las plantas, mientras que disminuye entre el 3% y 5%, y no se aprecian cambios en los últimos 30 años entre el 51% y el 62% del territorio.
Los científicos achacan el proceso al llamado efecto invernadero amplificado: “El efecto invernadero empieza por el aumento de las concentraciones en la atmósfera de los gases que atrapan el calor, como el vapor de agua, el dióxido de carbono y el metano, provocando el calentamiento de la superficie de la Tierra y del aire a baja altura”, explica Myneni. “El calentamiento provoca una reducción de la extensión del mar congelado y de la cubierta de nieve en los territorios que rodean el océano Ártico, de manera que aumenta la energía solar absorbida por esa superficie que ya no es reflectante. Esto dispara un ciclo de reforzamiento positivo entre el calentamiento y la pérdida de hielo marino y nieve, amplificando así el efecto invernadero de base”. Y puede amplificarse más aún en el futuro a medida que el suelo se descongele en el Norte y emita cantidades potencialmente significativas de dióxido de carbono y metano.

Un satélite ruso, destruido al chocar con un fragmento chino de basura espacial


EL BLITS es un pequeño satélite de siete kilos y medio, una bola con una superficie reflectante que Rusia puso en órbita en 2009, a 832 kilómetros de altura, para hacer experimentos con láser desde la Tierra. Funcionaba perfectamente hasta el pasado 22 de enero. Dos científicos del Instituto de Ingeniería de Instrumentos de Precisión, en Moscú, se dieron cuenta, el 4 de febrero, de que la órbita del artefacto era más baja (120 metros) de lo debido y había cambiado su rotación y su orientación. ¿Qué había pasado? Analizaron los últimos datos y determinaron que el súbito cambio de parámetros se había producido un par de semana antes, llegando a la conclusión de que podía deberse al choque con un fragmento de basura espacial, precisamente en esa órbita terrestre baja tan poblada de restos de aparatos espaciales. Los datos del Sistema de Vigilancia Espacial estadounidense desvelaron que precisamente el 22 de enero estaba muy cerca del BLITS un fragmento del satélite chino Fengyun 1C, que, ya fuera de servicio, fue destruido en el espacio en 2009 con un misil lanzado por Pekín en un ensayo. Se calcula que la velocidad relativa entre el satélite ruso y el fragmento de basura espacial en el choque era de 9,676 kilómetros por segundo.
El viejo artefacto meteorológico chino, de 750 kilos, fue destruido a 865 kilómetros de altura y, si la prueba fue un éxito como sistema antimisiles, se convirtió en un auténtico desastre para los aparatos en órbita: generó unos 950 fragmentos de basura espacial de 10 centímetros o mayores y más de 35.000 pequeñas piezas, todos ellos formando una nube muy peligrosa que se extiende desde 200 a 3.850 kilómetros de altura. Suponen una amenaza incluso para la Estación Espacial Internacional, que más de una vez ha tenido que maniobrar para evitar uno de los trozos generados en el ensayo del misil contra el Fengyun 1C.
Los científicos rusos creen que el BLITS, que se utilizaba para investigaciones de geofísica y de geodinámica, ya no se puede seguir con láser, según informa Spaceflight. Seguramente ha resultado seriamente dañado en el choque con el fragmento de basura espacial y ha podido partirse en dos; el mismo Servicio de Vigilancia Espacial de EE UU ha localizado una pieza que probablemente es del nanosatélite ruso. Estaba formado por dos esferas, una dentro de otra y la mitad de la exterior (de 17 centímetros de diámetro) estaba recubierta con una capa reflectante. Así, el satélite devolvía en pulsos cortos las emisiones laser que se apuntaban hacia él desde estaciones en tierra. Los científicos lo utilizaban para estudiar el campo gravitatorio terrestre y las variaciones estacionales en la altura de la atmósfera, para trazar mapas de la superficie de los océanos e incluso para estudiar el interior del planeta.
La nube de basura espacial que rodea el planeta contiene, según laNASA, 500.000 objetos más grandes que una canica y 22.000 mayores que una pelota de beísbol.

El genoma de la tenia revela sus puntos flacos para combatirla


La tenia y otros gusanos con forma de cinta (cestodos) como los que causan los quistes hidatídicos y la cisticercosis infectan el hígado y otros órganos vitales, pueden persistir en estado latente durante décadas y dan cuenta de dos de las 17 dolencias definidas por la OMS como “enfermedades tropicales abandonadas”, debido a la virtual ausencia de tratamientos eficaces. Su genoma revela que carecen de muchos sistemas biológicos básicos, sugiriendo de inmediato una serie de estrategias farmacológicas para matarlos.
Un consorcio internacional de científicos coordinados por Matthew Berriman, del departamento de genómica de parásitos del Instituto Sanger Wellcome Trust de Cambridge, Reino Unido —uno de los nodos del proyecto genoma público—, sienta hoy en Nature los cimientos del género al secuenciar (leer las letras del ADN tgcttggga…) los genomas de cuatro gusanos parásitos claves. Los cestodos se contaron entre los primeros parásitos identificados en el ser humano, y fueron aludidos ya por Hipócrates y Aristóteles hace 2.300 años.
Sin duda el más famoso es la tenia (Taenia solium), o solitaria, el desmesurado habitante ocasional del intestino humano, en cuyo interior clava sus garfios para generar una secuencia interminable de segmentos (o progótidos, en la jerga, lo que suena aún mucho peor) que alcanza con facilidad los cuatro metros de longitud, y a veces muchos metros más. Cada proglótido, para colmo, alberga aparatos reproductores de ambos sexos, lo que lo convierte en un sistema virtualmente autónomo. Un infierno dentro de las tripas.
Pero los demás cestodos secuenciados también tienen su interés. Si la tenia infecta a los humanos a partir del cerdo, hay otros dos gusanos del mismo género, Echinococcus multilocularis y Echinococcus granulosus, que nos llegan a partir del zorro y del perro, respectivamente. Ambos producen la hidatidosis, o enfermedad del quiste hidatídico, en que las larvas migran desde el intestino por la sangre y el circuito linfático hasta establecerse en los músculos y los nervios, donde puede permanecer latente por décadas.
La tenia y sus primos con forma de cinta son animales como nosotros, pero que al adaptarse al estilo de vida parasitario han perdido buena parte de los sistemas biológicos que constituyen el acervo común de los animales, y que existen desde nuestros orígenes precámbricos, hace unos 600 millones de años.

El Arqua espera exponer el tesoro de ‘La Mercedes’ tras el verano


Habrá que esperar hasta finales del verano. Lo que al fin y al cabo, comparado con los dos siglos que ha durado esta historia, tampoco es mucho. Pero por fin, en unos meses, una parte del tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes será expuesta al público.
Así lo ha dejado entender hoy Xavier Nieto, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (Arqua), en la inauguración del I Congreso de Arqueología Náutica y Submarina, que se celebra hasta el sábado en la misma ciudad.
Nieto aseguró que siete técnicos del Arqua, especialistas en restauración de restos arqueológicos submarinos, están trabajando en la recuperación de todo el patrimonio que contenía la fragata (600.000 monedas de oro y plata y más objetos de valor). Tras reunirse con 11 expertos, los técnicos llegaron a la conclusión de que las piezas no pueden ser limpiadas una a una, sino que había que hacerlo por grupos, con procesos distintos según los problemas de cada categoría. De la rapidez de estos trabajos depende que parte de las monedas se puedan efectivamente mostrar a finales de verano.
“Es una satisfacción enorme”, asegura Mariano Aznar, catedrático de derecho internacional público en la universidad Jaime I de Castellón. Más aún, ya que Aznar asesoró y aconsejó a España para llevar el caso ante el Tribunal Internacional del derecho del Mar y siguió el asunto desde su origen.
El contemporáneo, obviamente. Porque para hallar el big bang real del caso hay que remontarse hasta el 5 de octubre de 1804, el día en el que la Mercedes se hundió, en la batalla del cabo de Santa María. Dos siglos después, concretamente en 2007, la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration, una compañía con sede en Tampa (Florida) y especializada en la búsqueda de pecios submarinos, halló el barco frente a las costas del Algarve. Y se llevó su valioso cargo a EE UU. A partir de ahí se desencadenó un proceso judicial hecho de recursos y contrarecursos que finalmente llegó hasta el Supremo de EE UU, para rematar la conclusión que ya otros tribunales del país habían confirmado antes: ese patrimonio es español. Y a España volvió, en febrero del año pasado.
“Judicialmente el caso es un ejemplo. Ha sentado un precedente ymuchos cazatesoros se lo pensarán antes de ir a reclamar ante un tribunal” por su botín, relata Aznar. El profesor añade que también fue la primera vez que España se personó ante una corte extranjera para reclamar su patrimonio cultural subacuático. Así, por cierto, señala el catedrático que habría que llamar a los restos arqueológicos de valor que yacen bajo el mar: “El término tesoro transmite el concepto de monetizar”.

Europa se lanza al espacio ‘low cost’


Europa parece lista para subirse a la ola de la explotación comercial del espacio en la que ya avanzan varias compañías en Estados Unidos, más allá de los satélites de comunicaciones y de observación de la Tierra. Un consorcio de empresas con base en Suiza ha lanzado un ambicioso proyecto espacial para construir un nuevo sistema de lanzamiento de bajo coste que debe ser capaz, en una primera fase, de desplegar satélites de hasta 250 kilos y, después, de realizar vuelos suborbitales para turistas espaciales.
Swiss Space System o S3, abreviando, ha logrado una financiación de 250 millones de euros para hacerlo. Su plan es tener prototipos para el año que viene, cumplir el vuelo inaugural lanzando un satélite al espacio en 2017 y, después, explotar el negocio del turismo espacial. En S3, además de media docena de compañías del sector, incluida la españolaDeimos, participa ya la Agencia Europea del Espacio (ESA) y se cuenta con la rusa Roscosmos. El padre de la idea es el piloto suizo Pascal Jaussi, que lleva tres años luchando por ponerla en marcha. Esta semana se ha hecho la presentación oficial de S3 en Suiza, con la participación estelar del exastronauta europeo Claude Nicollier, miembro del grupo de expertos.
La idea básica del sistema, ya utilizada en el sector espacial privado estadounidense, no recurre a un cohete para salir al espacio, sino a un avión (en este caso, un Airbus A-300 adaptado) que despegue con una pequeña lanzadera sujeta. Tras alcanzar los 10.000 metros de altura, se separa la lanzadera que, mientras el A-300 regresa a la base, emprenderá la ascensión hasta 100 kilómetros. A esa altura se despliega el satélite para su puesta en órbita. En el caso de los turistas espaciales, empezarán en ese punto a disfrutar de su vuelo suborbital, sin dar siquiera una vuelta al planeta, pero sí flotando en el espacio y disfrutando del panorama del cielo negro (al estar por encima de la atmósfera). Después, la lanzadera regresa a la superficie terrestre, aterriza y se prepara para otro vuelo.
La reutilización y la utilización de un avión comercial adaptado pueden abaratar los costes hasta unos ocho millones de euros por lanzamiento, según S3.
“Nos vamos a ocupar de la parte de dinámica de vuelo, del sistema de control y del equipamiento en Tierra”, explica Miguel Belló-Mora, ingeniero aeronáutico y director de la empresa española Deimos, participante en S3. La base de operaciones, es decir, el despegue y el aterrizaje, se realizarán en el aeródromo de la localidad suiza de Payerne, entre Ginebra y Berna.

De entrada, cuatro alas


El escritor Michael Balter, corresponsal en París de la revistaScience, ha dado en el clavo al comparar la evolución de los pájaros con la de los aviones. Los aviones actuales tienen un par de alas, pero el artefacto con que los hermanos Wright inauguraron el sector en 1903 era un biplano con dos pares de alas. Las aves actuales también tienen dos alas, pero sus primeros padres, que evolucionaron a partir de un grupo de dinosaurios en el cretácico, tenían cuatro. Tanto sus brazos como sus piernas desplegaban el innovador plumaje que les permitió echar a volar: eran biplanos como el de los hermanos Wright. Hasta en eso —en las incertidumbres iniciales, en las salidas en falso— ha imitado a la naturaleza la ingeniería humana.
Esta es la principal conclusión del análisis de 11 fósiles extraordinariamente bien preservados de algunas de las primeras aves que poblaron el planeta, halladas en el biota de Jehol, que hace referencia a los ecosistemas que dominaron el noreste de la actual China en el cretácico inferior, hace unos 130 millones de años, justo cuando los primeros pájaros estaban evolucionando a partir de un grupo de dinosaurios de la región. Xing Xu y sus colegas de la Universidad de Linyi, el Museo de la Naturaleza de Shandong y la Academia China de las Ciencias presentan hoy sus descubrimientos en Science.
Parece claro a estas alturas que las plumas no fueron una adaptación al vuelo —un mero refinamiento para afianzar un logro mecánico anterior—, sino que le precedieron. Los paleontólogos han descrito en los últimos años varios dinosaurios de la época, o algo anteriores, que ya exhibían un aparatoso penacho de plumas en su cola, pero que eran incapaces de volar. La hipótesis favorita en el ramo es que esas plumas no evolucionaron para el vuelo, sino para atraer al sexo opuesto, como ilustra con particular elocuencia la actual cola del pavo real.
Los paleontólogos también han hallado dinosaurios con una variedad de penachos “estrafalarios” —el adjetivo es del doctor Xing Xu— en sus patas traseras, o en sus piernas, si proyectamos la nomenclatura sobre nuestro cuerpo, como aconsejan la zoología comparada y el sentido común. Algunos expertos ya se habían aventurado a considerarlos como “alas traseras”, un tipo de ala que no crece en los brazos, sino en las piernas. Pero estos también eran dinosaurios que no volaban, arrojando así sobre las supuestas alas traseras la sospecha de alguna otra función inconfesable.

De excavaciones al desierto egipcio con un especialista en peces

Aunque la vieja ciudad perdida de Oxirrinco se encuentra cerca de un brazo del Nilo, el Bahr Yusuf, el lugar ha sido invadido por el desierto. Así que resultó una sorpresa cuando el año pasado la misión egiptológica catalana que investiga y excava el yacimiento, 200 kilómetros al sur de El Cairo, halló bajo la arena los esqueletos de 1.300 peces, apilados en capas separadas por hojas vegetales. Es probable que esos peces sean más que pescado y tengan un sentido religioso o pertenezcan a un ritual funerario. Al cabo, la grecorromana Oxirrinco (la vieja ciudad faraónica de Per-Medyed) era la ciudad del pez oxirrhynco(Mormyrus oxyrhyncus o Pez Elefante, denominado por los egipcios Hat), el pez sagrado que se tragó el pene de Osiris. El pez era tabú e incluso parece que los oxirrinquitas (!) no comían nada obtenido con caña por si un pez sagrado había rozado el anzuelo.

Para tratar de resolver el misterio de los peces, la misión catalana, de la Universidad de Barcelona (UB), que parte mañana hacia Oxirrinco (hasta el 20 de abril) llevará con ella a un científico belga, Wim Van Wanner, especialista en peces antiguos (sí, hay profesiones notables).

“No había más remedio”, suspira el director de la misión, Josep Padró, “porque ninguno de nosotros sabe de fauna del Nilo y todo lo que podíamos hacer eran conjeturas”. Padró ríe al recordar la cara que puso Van Wanner cuando le dijeron cuántos peces habían encontrado. “Él pensaba que hablábamos de media docena, así que al decirle que eran 1.300...”. El egiptólogo explica que hay grandes, medianos y pequeños (esperemos que no pezqueñines). El belga es un paleontólogo o más precisamente paleoictólogo del Museo de Historia Natural de Bruselas. A ver si aclara si los dichosos peces son oxirrincos. “Es difícil”, reflexiona Padró, “en la iconografía los identificas, pero con las espinas resulta fácil meter la pata”.

El otro gran objetivo de la campaña es la recuperación de lo que parece ser una vía procesional porticada que atraviesa la necrópolis

Aparte de tratar de resolver la incógnita que plantean los peces y continuar la excavación del sector en que han aparecido —y que puede arrojar más sorpresas: los peces pueden ser la ofrenda de un gran enterramiento—, el otro gran objetivo de la campaña es la recuperación de lo que parece ser una vía procesional porticada que atraviesa la necrópolis y que fue hallada también la pasada temporada. La vía, del río al desierto, conduce hasta el Osireion, el templo funerario excavado por la misión desde hace años. Para dilucidar las características de la vía se contará con la colaboración de un equipo especializado en fotografía aérea. “Excavar es muy lento y las fotografías nos darán mucha información sin necesidad de hacerlo”.

Hallan 13 cuerpos y cerámicas de la época de la Peste Negra en Londres


Las excavaciones de un proyecto ferroviario han posibilitado el hallazgo en Londres de restos de trece cuerpos y cerámicas que datan de mediados del siglo XIV y que parecen pertenecer a la época de la Peste Negra, informa la BBC. Hasta la fecha se tenía constancia de que por esa zona existía un cementerio pero su ubicación exacta era un misterio.
Los esqueletos se encontraron en la plaza Charterhouse Square, junto con cerámicas de mediados del siglo XIV, durante las excavaciones realizadas como parte del proyecto Crossrail, la nueva línea de transporte subterráneo de alta velocidad que unirá los barrios del este y del oeste de Londres.
Los análisis de ADN que se realizarán a los restos humanos podrían aportar información valiosa sobre el desarrollo de la bacteria que originó la llamada Peste Negra o Muerte Negra, la pandemia de peste más devastadora en la historia de la humanidad que afectó a Europa en el siglo XIV y alcanzó su punto máximo entre 1347 y 1353.
Durante las obras desarrolladas como parte de este proyecto, los equipos de excavación han descubierto hasta la fecha esqueletos cerca del barrio londinense de Liverpool Street (al norte de la ciudad), restos de la Edad del Bronce y la mayor pieza de ámbar encontrada en el Reino Unido.
"Hemos encontrado restos arqueológicos prácticamente de todos los periodos, desde la prehistoria hasta el siglo XX, pero ésta ubicación es probablemente el sitio medieval más importante de los hallados", dijo Jay Carver, arqueólogo del proyecto al citado canal. Por su parte, Nick Elsen, del Museo de Londres, añadió que el hallazgo de los cuerpos aporta "una panorámica de la población del siglo XIV".
La manera en la que estaban distribuidos los cadáveres en dos filas ordenadas sugiere que datan de la época en la que comenzó la peste, antes de que se convirtiera en la pandemia que años más tarde provocaría que los cuerpos se apilaran al azar en sepulturas masivas. Los arqueólogos que trabajan en el proyecto del Crossrail y otros del Museo de Londres continuarán cavando con el fin de descubrir más restos u otros hallazgos, según la BBC.
El proyecto del Crossrail se presenta como el más ambicioso de Europa e incluye también la construcción de dos grandes túneles a 30 metros bajo la superficie. Si todo marcha como está previsto, el proyecto de unir a lo largo de 118 kilómetros las localidades de Maidenhead, al oeste de Londres, en el condado de Berkshire, con la de Shenfield (Essex), al este, se terminará en el año 2017. El Crossrail podrá operar hasta 24 trenes en las horas punta, cada uno de los cuales viajará a velocidades de hasta 160 kilómetros hora.

Los ‘7 minutos de terror en Marte’ impactan en Kosmópolis


Kosmópolis demostró ayer que su nombre tiene la misma raíz que cosmonauta y cosmódromo y ofreció una muy interesante (y a ratos impresionante) sesión sobre el planeta Marte. Bajo el philipkdickisianotítulo de Tiempo de Marte la sesión del festival juntó ciencia y literatura para componer un ameno relato sobre la manera que que hemos imaginado el planeta rojo y cómo está resultando ser en realidad desde que se inició la época de su exploración. El acto tuvo su momento culminante en la proyección de un extraordinario vídeo sobre el aterrizaje (amartizaje) del vehículo Curiosity en Marte el pasado 6 de agosto y que muestra los “siete minutos de terror” de la complicadísima operación.
Participaron en la sesión la física y divulgadora científica del Complejo Espacial de Robledo de Chavela (Madrid) Lara Saiz, el ingeniero madrileño Fernando Abilleira, del equipo de la NASA que ha puesto el vehículo Curiosity en suelo marciano y que intervino por videoconferencia desde la sala de control de la agencia espacial en Pasadena, y el periodista de EL PAÍS Jacinto Antón.
Antón, que recorrió la forma en que la ciencia ficción ha imaginado Marte y a los marcianos, comenzó con un breve texto de la escritora decana del género, Ursula K Le Guin, que él mismo le pidió la víspera para la sesión de Kosmópolis. “Yo solo he ido una vez a Marte por mí misma”, leyó el periodista, “en una triste historia llamada The field of vision, pero he visitado el planeta rojo muchas veces con guías, guías tales como Stanley Weinbaum, Kim Stanley Robinson, el indomable Spirit y ahora la valiente Curiosity. Los escritores usamos los ojos de la imaginación para buscar los lugares donde la ciencia luego envía sus exploradores. Ambos, narradores y científicos, les llevamos a lugares maravillosos”.
Siguieron H. G. Wells y sus despiadados marcianos, el Marte pulp de Edgar Rice Burroughs, y el de melancólicos canales de Bradbury, hasta llegar a la la terraformación de Marte Rojo. A continuación Saiz repasó la aproximación científica a Marte, de Schiaparelli y sus canali hasta las misiones modernas (Mariner, Vikings). Donde recogió el testigo Abilleira para explicar los trabajos de la misión y anunciar que preparan una nueva para 2016, Insight. El especialista dijo que todavía hay problemas serios para una misión tripulada. “No contamos actualmente con un cohete para lanzarla y los problemas de hacer aterrizar en Marte un vehículo tan pesado como el que haría falta no están resueltos”.

sábado, 9 de marzo de 2013

Astrónomos de la Edad de Bronce


Encanto, guapa hasta un extremo insoportable, y por supuesto rubia según detallan los vecinos de la zona, tiene una gallina clueca que no es que haya puesto huevos de oro, sino que pone tal empeño en la incubación que al final de sus fiebres logra que nazcan pollitos de 18 kilates. En San Juan, Encanto aparece por arte de magia y es conveniente no cruzarse con ella. El resto del año vive en el alma de una roca de esquisto, una formación pétrea alargada que pavimenta el estrecho paso del camino entre As Anzas y Salcedo, en Ribadeo. La gente que está al tanto de esta particular tentación rubia de A Mariña evita esta ruta y elige una alternativa, bastante más larga, en el solsticio de verano. Al parecer, los que se topan con la bella, con su oro y sus aves de corral, quedan embrujados y desaparecen, engullidos por la propia piedra. No se conocen más pormenores porque ninguno ha vuelto para contarlos.
En esta roca, encajonada entre el río Grande o Alesancia y el acantilado, que se levanta vertical en la vera opuesta del camino, hay grabadas desde un tiempo remoto sin determinar, la Edad de Bronce (hipótesis oficialmente registrada) o la de Hierro, al menos 11 pisadas humanas. Se suele decir que estas huellas son las de Encanto, su único rastro durante el resto del año, pero la Xunta, en verano de 2011, las catalogó como petroglifo labrado por la mano del hombre y el cuento del hada pareció morir. Después de que el colectivo cultural Mariñapatrimonio avisase a Cultura de su existencia, el grabado rupestre pasó a formar parte del inventario administrativo con el nombre de As Fádegas-As Pisadas do Encanto, seguido de un número. El registro tenía en cuenta los grabados podomorfos y también unas misteriosas formas circulares o cazoletas que aparecían al final de la secuencia de pisadas y que salieron a la luz en 2010, tras una riada que arrasó la capa de tierra. Manuel Miranda, voz de Mariñapatrimonio, explica que estas cazoletas son cuatro y que podría ocultarse más cantidad donde el agua no excavó.
Lo que nadie apreció en 2011 fue que estos grabados redondos tenían uñas. El primero que cayó en la cuenta fue Marco García Quintela, catedrático de Historia Antiga en la Universidade de Santiago, cuando visitó el lugar la primavera pasada. Según describe, en la parte superior de las cazoletas están claramente talladas cinco garras, no le cabe duda. Podrían ser de oso (y de hecho, Miranda guarda fotos de huellas reales de plantígrado que son idénticas), pero también de otro animal. Quintela no quiere aventurarse en esto y tampoco en dar una interpretación.
Sucesión de huellas humanas en el petroglifo de As Fádegas (Ribadeo). En el solsticio de verano resultan invisibles por la sombra que proyecta una roca. /MARIÑAPATRIMONIO
Petroglifos podomorfos los hay en Pontevedra, Ourense y el norte de Portugal, pero este es el único caso en el noroeste peninsular, que no el primero en Europa, en el que se representa una sucesión de pisadas humanas que se acaban transformando en rastros animales. “En Suecia, por ejemplo, se conoce otra representación”, pone como ejemplo el historiador. “Están al borde de un lago, en el lugar preciso donde es fácil imaginar un oso pescando”.
Sin embargo, el profesor le resta importancia a su descubrimiento. Para él, la conclusión más reseñable de aquella expedición al estrecho paso junto al río Grande que lleva a As Fádegas, la huerta ecológica de Elia y Vicente, fue la que sacó otro integrante de la comitiva de investigadores.

“El universo es comprensible y entendemos cómo funciona”


“Sí, entendemos cómo funciona el cosmos, sus propiedades fundamentales. El universo es comprensible”, dice el astrofísico Rashid Sunyaev. En la conversación salta cómodamente desde los primeros instantes tras el Big Bang hasta la misteriosa energía oscura del universo más evolucionado —que está acelerando su expansión—, pasando por las fases de formación de las primeras estrellas y, después, de galaxias y cúmulos de galaxias, sin dejar de lado los agujeros negros brillantes. Con 70 años recién cumplidos, este uzbeko, nacido en Tashkent, dio sus primeros pasos científicos de la mano de uno de los más grandes de la física de partículas y la cosmología, el ruso Yakov Zeldóvich, primero como estudiante suyo en Moscú y luego como colaborador. Sunyaev no pudo salir de la Unión Soviética hasta 1981 y parece que, en las últimas dos décadas, se está desquitando en cuanto a movilidad internacional: es director del Instituto Max Planck de Astrofísica en Garching (Alemania) a la vez que jefe del Departamento de Astrofísica de Alta Energía del Instituto de Investigación Espacial (Moscú) y mantiene colaboraciones científicas en EE UU.
Esta semana ha estado en Madrid para dar una conferencia sobre Los cúmulos de galaxias en la Fundación BBVA.
Pregunta. ¿Cuándo se formaron las estrellas y las galaxias en la historia del universo?
Respuesta. Las estrellas se formaron antes y fueron formando galaxias y estas fueron formando cúmulos, que son los objetos más masivos del universo. La mayoría de los cúmulos empezaron a ser importantes unos 4.000 millones de años después del Big Bang, y ahora el cosmos tiene casi 14.000 millones de años. Las perturbaciones de densidad iniciales fueron las semillas que crecieron y formaron los cuerpos celestes, galaxias y cúmulos.
P. ¿Cuántos cúmulos de galaxias hay?
R. Queremos detectar todos los cúmulos en el universo observable con el detector espacial eRosita \[se lanzará en 2014\] y serán entre 100.000 y 150.000. En cada cúmulo hay cientos o miles de galaxias, depende de lo rico que sea.
P. Aun así, la materia ordinaria supone menos del 5% de todo lo que existe.
R. Sí, el 4,5%. El resto es materia oscura \[22,5%\] y energía oscura \[73%\], que empieza a ser muy significativa en la evolución del cosmos cuando este tenía unos 5.000 millones de años. Pero en los cúmulos la energía oscura no es importante y están compuestos de galaxias con estrellas (un porcentaje pequeño del total), gas muy caliente (15%) y materia oscura (80%). Para conocer la composición y los parámetros fundamentales del cosmos ha sido muy importante el telescopio espacial estadounidense WMAP.
P. Ahora está a punto de ofrecer nuevos datos el Planck, también dedicado a observar la radiación de fondo. ¿Cuenta con resultados espectaculares en la presentación que la Agencia Europea del Espacio realizará el próximo 21 de marzo?
R. Soy miembro del equipo del Planck y tengo que respetar la confidencialidad de los resultados hasta que se hagan públicos. Pero será una presentación importante. Y hay jóvenes científicos españoles muy brillantes y muy activos en el equipo. Planck tiene más sensibilidad que cualquier otro observatorio de este tipo, lo que puede significar encontrar algo inesperado o proporcionar datos mucho más precisos.
P. Usted ha trabajado en agujeros negros. ¿Cuándo se empezaron a formar?
R. No son del universo primitivo. Los agujeros negros supermasivos más lejanos que vemos son de unos 700 millones de años después del Big Bang y luego se hacen muy numerosos y muy brillantes cuando el cosmos tiene unos 3.000 millones de años. Los pequeños, los agujeros que se forman por el colapso de una estrella masiva, son anteriores, de unos 100 millones de años.
P. Y brillan, pese a ser agujeros negros.
R. Si, fue una investigación de cuando yo era muy joven... Un agujero negro traga materia, pero esta no cae directamente en él, sino que gira en espiral a su alrededor. La materia, el gas, rota en capas y entre ellas hay fricción, por lo que se calientan muchísimo, de manera que el disco alrededor del agujero negro emite en rayos X y en luz visible... Por ejemplo, los agujeros negros más brillantes que vemos están devorando cada segundo materia equivalente a tres veces la masa de la Tierra.
P. ¿Entienden los científicos cómo funciona el universo?
R. Sí. El universo es comprensible y conocemos sus propiedades generales, pero dentro de nuestro horizonte, es decir, de lo que podemos observar, aunque no podemos decir lo que hay mucho más allá. Sus características dependen de las condiciones en los primeros instantes. Por ejemplo, su composición química: prácticamente el 100% del litio de las baterías de su grabadora se creó en las reacciones nucleares de los primeros minutos del universo, igual que todo el deuterio, el combustible del sueño de la fusión nuclear. Es impresionante. Estamos seguros de que no hay otra forma de crearlos y las predicciones de la cantidad de deuterio o de litio generado en aquellas reacciones del cosmos primitivo se han comprobado observacionalmente con precisión.

Un fármaco mejora un 34% la supervivencia de un cáncer de mama


Es el último intento para cerrar el paso a los tumores de mama HER2+ (que tiene activo ese receptor, una proteína de la superficie celular), y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) acaba de aprobarlo. Se trata de añadir otro fármaco, el pertuzumab, de Roche, al tratamiento estándar de Herceptin con doxetacel. El resultado es un 34% de supervivencia añadida en los casos de tumores metastásicos. En cifras eso supone que si la supervivencia media con los tratamientos actuales en caso de cáncer metastásico es de 37,6 meses, puede llegar a 50,4. Pero casi más importante, medido en calidad de vida, es pasar de 12,4 meses libres de progresión de la enfermedad a 18,5 meses de media, según los datos del estudio.
Los resultados se han obtenido a través del ensayo Cleopatra, en el que han tenido participación varios investigadores españoles. Entre los especialistas que apoyan la decisión de la EMAS están Miguel Martín, presidente del Grupo Español para el Estudio del Cáncer de Mama (Geicam), y Javier Cortés, que ha sido parte del trabajo y es oncólogo del Vall d’Hebron de Barcelona. Con nueve hospitales, España es uno de los 19 países que han participado en esta investigación
En España se diagnostican cada año unos 16.000 tumores de mama, de los que en un 25% está el gen HER2 implicado. Pero el problema es que el tratamiento estándar no le cierra el paso del todo. Al añadir el pertuzumab se bloquea otra vía de expresión del gen.
Este tipo de aproximaciones es cada vez más frecuente. Consiste en ir añadiendo medicamentos para cortarle el camino a los cánceres. Porque lo que se ha visto es que cuando se inicia un tratamiento, el tumor se hace resistente o busca vías alternativas. Eso ha llevado a que haya oncólogos que cada vez más opinen que la carrera tiene que cambiar de objetivo: en vez de ir cerrando vías, lo mejor sería atacar el tumor. Aproximaciones como las nanopartículas o virus dirigidos específicamente contra las células tumorales estarían en esta línea más agresiva. Pero, mientras tanto, la medicina –y muy especialmente la oncología- lo que puede hacer es ir aportando aumentos de supervivencia

Medida con gran precisión la distancia a una galaxia vecina


La Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana vecina de nuestra Vía Láctea y visible en el cielo del hemisferio Sur, está a una distancia de la Tierra de 162.902 años luz, según han determinado con precisión unos astrónomos. Ellos han logrado así reducir la incertidumbre en el valor de dicha distancia hasta un 2,2%, mientras que hasta ahora estaba entre el 5% y 10%. La medida de las distancias en el universo es siempre una tarea ardua y la mejora de la precisión en el caso de la Gran Nube de Magallanes es importante en sí misma. Pero los investigadores señalan que este resultado ayuda también a precisar el valor de un parámetro clave de la cosmología: la Constante de Hubble, que mide la tasa de expansión del universo al relacionar las distancias de las galaxias con la velocidad a la que se alejan.
“En la era de la cosmología de precisión, es esencial determinar la Constante de Hubble con una exactitud del 3% o mejor”, escriben Grzegorz Pietrzynsku (Universidad de Concepción, Chile) y sus colegas en la revista Nature. Actualmente, añaden, la incertidumbre del valor de dicha constante se debe, en gran medida, a la incertidumbre del valor de la distancia a la Gran Nube de Magallanes, que sirve como mejor punto de arranque para determinar la escala cósmica de distancias. La Constante de Hubble es clave para conocer la edad y el tamaño del universo.
El equipo internacional liderado por Pietrzynsku ha enfocado su investigación sobre un tipo peculiar de parejas de estrellas que, al estar en órbita una de otra, se van eclipsando vistas desde la Tierra. Así el brillo total de la pareja cae cada vez que una estrella se cruza por delante de la otra. Mediante medidas muy precisas de esos cambios en el brillo y midiendo la velocidad orbital de los astros se puede calcular su tamaño, su masa y otras características que, en combinación con su brillo aparente, permiten establecer la distancia a la que se encuentran. “Como la Gran Nube de Magallanes está cerca y contiene un número significativo de diferentes indicadores estelares de distancia, se han hecho cientos de medidas a lo largo de los años, pero, lamentablemente, casi todas tenían errores sistemáticos, cada método con sus propias incertidumbres”, explica uno de los miembros del equipo, Ian Thompson, de la Institución Carnegie estadounidense. El grupo liderado de Pietrzynsku identificó en la Gran Nube de Magallanes ocho sistemas de estrellas de masa intermedia con períodos orbitales muy largos que son idóneas para hacer medidas precisas de distancia. Luego observó esas parejas estelares durante ocho años con telescopios ubicados en Chile.