Investigadores del Instituto Karolinska y el Hospital Universitario Karolinska analizaron datos de 34.000 mujeres suecas de entre 54 y 89 años de edad, 219 de las cuales tenían artritis reumatoide.
Los resultados del estudio muestran que incluso si solo se fuma un poco, eso va unido a un aumento en el riesgo de padecer artritis reumatoide. Fumando de 1 a 7 cigarrillos por día, se duplica el riesgo. Cuando en la investigación se comparó a las mujeres que habían fumado durante 25 años con las no fumadoras, se encontró que el riesgo también aumenta con la duración del hábito de fumar.
Dejar de fumar disminuye las posibilidades de desarrollar artritis reumatoide, y el riesgo continúa disminuyendo con el paso del tiempo después de haber abandonado el tabaco. En la investigación se determinó que después de 15 años tras dejar de fumar, el riesgo de artritis reumatoide se había reducido a la tercera parte. Sin embargo, en comparación con las mujeres que nunca habían fumado, el riesgo seguía siendo significativamente mayor, aún después de 15 años tras abandonar el hábito.