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domingo, 2 de diciembre de 2012

Albert Einstein: la extraña morfología cerebral de un genio


Tras su muerte en 1955, a los 76 años, de un aneurisma de aorta, el cerebro de Albert Einstein fue sustraído y fotografiado desde distintos ángulos; se dividió en 240 bloques y miles de secciones histológicas —rodaja fina de un tejido— se prepararon a modo de muestra para su estudio. La corteza cerebral es una capa delgada de materia gris que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales e incluye la corteza motora, sensorial y partes vinculadas con la visión, el habla y la audición.
"En esta investigación particularmente se describe la neuroanatomía externa de esta parte del cerebro de Einstein a partir de 14 fotografías descubiertas recientemente y tomadas desde distintos ángulos, ángulos poco convencionales", asegura vía correo electrónico Dean Falk, antropóloga de la Universidad de Florida y autora del estudio. Estas imágenes han revelado la formación prematura del afamado científico e inventor como violinista; su habilidad para imaginar acontecimientos y ser capaz de prever sus consecuencias, así como su capacidad para el procesamiento visoespacial, según concluye el informe. "Encontrar estas características es difícil, ya que no son obvias. Se deducen por la existencia de pliegues adicionales, bultos poco comunes u otras peculiaridades de la corteza cerebral", prosigue el documento.
El cerebro de Einstein no tenía un tamaño excepcional y su peso era convencional. "Pero queríamos investigar algo que evidenciará el genio que había dentro", continúa la investigadora en las conclusiones del estudio. "A diferencia de lo que habían concluido investigaciones anteriores, estas fotografías han revelado que el cerebro de Einstein no tenía forma esférica. El lóbulo parietal inferior izquierdo es más grande que el derecho, mientras que el lóbulo parietal superior aparece más marcado en el hemisferio derecho de su cerebro. Además, sugieren que tanto la corteza somatosensorial primaria como la motora encargada de la cara y la lengua están más desarrolladas en el hemisferio izquierdo", continúa el equipo de investigadores.