“Ahora podemos afirmar de modo concluyente que tanto la Antártida como Groenlandia están perdiendo hielo”, resume Andrew Shepherd (Universidad de Leeds, Reino Unido), líder de la investigación presentada en la revista Science. Pero esto no significa que el proceso sea idéntico en el Norte y en el Sur, advierten los científicos. Mientras Groenlandia está perdiendo hielo cinco veces más rápido ahora que a principios de los años noventa, el proceso en la Antártida parece menos constante, aunque en la última década se aprecia un incremento del 50% en el ritmo de deshielo, explica otro de los investigadores, Erik Ivins (Jet Propulsion Laboratory, EE UU).
La pérdida de hielo en las regiones polares repercute en la subida del nivel del mar, concretamente es responsable del aumento de 11 milímetros desde 1992 hasta ahora, según concluye un segundo equipo, liderado por Ian Joughin (Universidad de Washington). Esos 11 milímetros suponen un 20% del total de subida del nivel de los océanos registrada, y del resto es responsable, sobre todo, la expansión térmica del agua, con una pequeña aportación del deshielo de glaciares de montaña.
Los expertos han aunado los datos de 10 satélites con tres técnicas de medida
Lo que está claro es que todas las grandes regiones polares de capa helada, excepto una, están perdiendo hielo desde 1992, concluyen los especialistas. La excepción es Antártida oriental, donde está aumentando la masa de hielo, aunque no en suficiente medida como para compensar la disminución en el resto del continente blanco. Pero la incertidumbre se mantiene ante el futuro. Es decir, los científicos no saben si la pérdida de hielo de Groenlandia, por ejemplo, se mantendrá al ritmo actual, se acelerará o se frenará, señala Joughin.
La pérdida de hielo en las regiones polares repercute en la subida del nivel del mar, concretamente es responsable del aumento de 11 milímetros desde 1992 hasta ahora, según concluye un segundo equipo, liderado por Ian Joughin (Universidad de Washington). Esos 11 milímetros suponen un 20% del total de subida del nivel de los océanos registrada, y del resto es responsable, sobre todo, la expansión térmica del agua, con una pequeña aportación del deshielo de glaciares de montaña.
Los expertos han aunado los datos de 10 satélites con tres técnicas de medida
Lo que está claro es que todas las grandes regiones polares de capa helada, excepto una, están perdiendo hielo desde 1992, concluyen los especialistas. La excepción es Antártida oriental, donde está aumentando la masa de hielo, aunque no en suficiente medida como para compensar la disminución en el resto del continente blanco. Pero la incertidumbre se mantiene ante el futuro. Es decir, los científicos no saben si la pérdida de hielo de Groenlandia, por ejemplo, se mantendrá al ritmo actual, se acelerará o se frenará, señala Joughin.