“Esta industria también debería formar parte de la marca España”, señala el adjunto a la presidencia de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), Jorge Barrero. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa a España como octava potencia, con 1.715 compañías que usan la biotecnología en su proceso productivo, de las cuales el 36% se dedica solo a esa actividad en los campos de la salud, la alimentación, la industria o el medio ambiente. Cataluña, Andalucía, Madrid y el País Vasco concentran la mayoría de esas empresas.
En un año aciago para la mayor parte de la economía, 2012, el sector biotecnológico cerró varias operaciones millonarias. La farmacéutica Almirall entró en el capital de AB Biotics; Grifols se hizo con el 40% de VCN Biosciences y el 51% de Araclon Biotech, y Repsol adquirió el 50% de Neol Biosolutions. El año se cerraba con la compra por parte del editor José Manuel Lara del 30% de Plasmia Biotech por algo más de dos millones de euros.
España ocupa el octavo lugar de la OCDE con 1.715 empresas del sector
Plasmia, dedicada a una tecnología para desarrollar materias primas antivirales y antitumorales, está ultimando un acuerdo con tres multinacionales para llegar al mercado a lo sumo en dos años. “No vamos a necesitar más aportaciones de capital después de esta. Ya podremos cumplir con el plan de negocio”, explica Esteve Guardia, consejero delegado de la compañía. Guardia, no obstante, admite que esa no es la tónica de todas las empresas. “Muchas se están topando con dificultades de financiación”, sostiene.
España ocupa el octavo lugar de la OCDE con 1.715 empresas del sector
Plasmia, dedicada a una tecnología para desarrollar materias primas antivirales y antitumorales, está ultimando un acuerdo con tres multinacionales para llegar al mercado a lo sumo en dos años. “No vamos a necesitar más aportaciones de capital después de esta. Ya podremos cumplir con el plan de negocio”, explica Esteve Guardia, consejero delegado de la compañía. Guardia, no obstante, admite que esa no es la tónica de todas las empresas. “Muchas se están topando con dificultades de financiación”, sostiene.