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domingo, 20 de enero de 2013

En busca de biofinanciación

El magnate norteamericano Warren Buffet puso el ojo en España y adquirió en junio del año pasado una parte del grupo biotecnológico barcelonés Lipotec. Esa división de la compañía, dedicada a la cosmética y con oficina en EE UU, fabricaba compuestos para firmas como Christian Dior y Estée Lauder. Pero también el año pasado Zeltia anunciaba el cierre de su filial Noscira por no haber alcanzado los objetivos fijados. El sector, que empezó a hervir con el nuevo milenio, mostraba así a la economía española que ya está en la pista de despegue para ganar músculo con sus primeras historias de éxito y fracaso. Solo la escasez de financiación para la industria puede obligar a abortar el ascenso.

“Esta industria también debería formar parte de la marca España”, señala el adjunto a la presidencia de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), Jorge Barrero. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa a España como octava potencia, con 1.715 compañías que usan la biotecnología en su proceso productivo, de las cuales el 36% se dedica solo a esa actividad en los campos de la salud, la alimentación, la industria o el medio ambiente. Cataluña, Andalucía, Madrid y el País Vasco concentran la mayoría de esas empresas.

En un año aciago para la mayor parte de la economía, 2012, el sector biotecnológico cerró varias operaciones millonarias. La farmacéutica Almirall entró en el capital de AB Biotics; Grifols se hizo con el 40% de VCN Biosciences y el 51% de Araclon Biotech, y Repsol adquirió el 50% de Neol Biosolutions. El año se cerraba con la compra por parte del editor José Manuel Lara del 30% de Plasmia Biotech por algo más de dos millones de euros.


España ocupa el octavo lugar de la OCDE con 1.715 empresas del sector

Plasmia, dedicada a una tecnología para desarrollar materias primas antivirales y antitumorales, está ultimando un acuerdo con tres multinacionales para llegar al mercado a lo sumo en dos años. “No vamos a necesitar más aportaciones de capital después de esta. Ya podremos cumplir con el plan de negocio”, explica Esteve Guardia, consejero delegado de la compañía. Guardia, no obstante, admite que esa no es la tónica de todas las empresas. “Muchas se están topando con dificultades de financiación”, sostiene.