El equipo dirigido por el físico José Moreno, investigador principal de la misión Flex en el programa científico Earth Explorer de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha creado un prototipo capaz de medir desde el espacio, a escala global, la capacidad de asimilar el carbono de grandes extensiones vegetales, a partir de la luz que pueden absorber las plantas. Los datos que puede aportar este proyecto, en el que se mide la fluorescencia emitida por la vegetación en cuadrantes de 300 metros, son relevantes en el marco del debate sobre el cambio climático, entre las teorías más catastrofistas y las que defienden la capacidad de adaptación de las plantas a las modificaciones producidas introducidas por las emisiones de CO2 en el clima del planeta.
Se trata del proyecto Flex (Fluorescence Explorer), enmarcado en el programa europeo Copernicus de Observación de la Tierra, que ya ha realizado mediciones desde avión en zonas experimentales de Finlandia, Alemania y otros países europeos. Sin embargo, para desarrollar todo su potencial, Flex debería hacer las mediciones desde satélite en una misión científica espacial.
Esta misión espacial se encuentra amenazada por recortes presupuestarios que afectan a la construcción del satélite. Justamente poco después de que la revista Science alertara sobre estos riesgos, la NASA se ha interesado por el proyecto, de manera que la Universitat de València participará el próximo verano en un experimento de la agencia espacial americana destinado a probar las nuevas tecnologías diseñadas en el marco del programa europeo de Observación de la Tierra.
También la agencia espacial de la India ha mostrado su interés por Flex, según informa José Moreno, miembro del Laboratorio de Procesado de Imágenes (IPL), ubicado en el Parc Científic de la Universitat de València. Una de las alternativas a las actuales dificultades presupuestarias europeas podría ser que la Agencia Espacial Europea construyera el instrumento y que luego vuele en una misión americana o india.