Los precios de los antitumorales son “demasiado elevados”, “insostenibles”, por lo que, “ponen en riesgo el acceso a los fármacos por parte de pacientes que los necesitan” y “son una amenaza para la viabilidad de los sistemas de salud”. Esta llamada de atención recoge el sentir de 120 oncólogos de todo el mundo especializados en la leucemia mieloide crónica y hace referencia a las nuevas terapias relacionadas con la enfermedad. Pero la reflexión incluye al resto de fármacos usados contra las neoplasias en general y a la “espiral de precios” que afecta, especialmente, a las nuevas moléculas que salen al mercado.
Para plasmar su opinión y hacerla pública, los especialistas han elegido la revista Blood, de la Sociedad Americana de Hematología. El autor de referencia del artículo es Hagop Kantarjian, del prestigioso MD Anderson Cancer Center de Houston (EE UU). Kantarjian relata a este diario a través de correo electrónico que la idea del artículo surgió a partir de los debates planteados en grupos de discusión sobre “los elevados precios de los medicamentos contra el cáncer y cómo perjudicaban a los pacientes”. A partir de ese momento, relata, “contactamos con especialistas en leucemia mieloide crónica, les trasladamos la iniciativa y les preguntamos si deseaban respaldarla”.
“El coste de los medicamentos prácticamente se ha duplicado en la última década”, advierten los especialistas, que indican cómo de los 12 compuestos contra el cáncer aprobados el año pasado por la autoridad sanitaria estadounidense —la FDA—, 11 tienen un coste superior a 100.000 dólares (77.000 euros) anuales por paciente. De un gasto medio de 5.000 dólares (3.800 euros) mensuales por enfermo se ha pasado en diez años a más de 10.000, añaden.
“Hemos llegado a un momento en el que contamos con armas extraordinariamente potentes para combatir el cáncer”, relata Eduardo Olavarría, jefe del servicio de hematología del Complejo Hospitalario de Navarra, uno de los dos españoles firmantes del trabajo, junto con Francisco Cervantes, su homólogo en el Clínic de Barcelona. “Pero nos encontramos ante la paradoja de que si los precios siguen subiendo no los podremos pagar”. De hecho, el Ministerio de Sanidad rechazó el año pasado la financiación por parte de la red pública de dos antitumorales por su elevado precio.
Una portavoz de Farmaindustria, que agrupa a los laboratorios farmacéuticos, prefiere no valorar si el precio de los antitumorales es alto. Apunta que desarrollar un nuevo fármaco ronda los 1.000 millones de euros y que el 40% del aumento de la esperanza de vida entre 1986 y 2000 se debe a los nuevos medicamentos aparecidos en este periodo.