“Estamos desarrollando un misión totalmente novedosa para identificar, capturar y relocalizar un asteroide”, explica el director de la NASA, Charles Bolden en un comunicado de la agencia. “Esta misión supone una hazaña tecnológica sin precedentes que conducirá a nuevos descubrimientos científicos y capacidades tecnológicas, además de ayudarnos a proteger nuestro planeta. Esta iniciativa del asteroide aúna lo mejor de la ciencia y la tecnología de la NASA, así como los esfuerzos de exploración humana, para alcanzar el objetivo del Presidente de enviar astronautas a un asteroide en 2025”. La agencia espacial estadounidense utilizará en esta misión la futura cápsula tripulada Orion, los cohetes pesados del programa Space Launch System en desarrollo y nuevas tecnologías en desarrollo como la propulsión solar eléctrica y las comunicaciones láser, “todos ellos componentes críticos de la exploración del espacio profundo”, ha adelantado Bolden.
La idea sería recolocar el asteroide detrás de la Luna y la misión sería automática, sin astronautas, según informa Space.com.
En otros ámbitos de la NASA, Bolden ha asegurado que, con el presupuesto de la Casa Blanca, los astronautas volverán a viajar al espacio, dentro de cuatro años, en naves estadounidenses desarrolladas por las empresas del sector. Desde que se retiraron los transbordadores espaciales, los astronautas de la NASA tienen que viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS) en las naves Soyuz rusas, las únicas disponibles.
La ISS es el eje del programa tripulado de la agencia, junto con las naves desarrolladas en las empresas privadas por encargo de la NASA, ha resaltado su director. En los programas científicos y de exploración planetaria, el futuro telescopio James Webb, que se está desarrollando en colaboración con la Agencia Europea del Espacio (ESA) y que se considera el sustituto del Hubble, es la prioridad presupuestaria. Su coste asciende ya a 6.730 millones de euros y su lanzamiento está ahora previsto para 2018.
La idea sería recolocar el asteroide detrás de la Luna y la misión sería automática, sin astronautas, según informa Space.com.
En otros ámbitos de la NASA, Bolden ha asegurado que, con el presupuesto de la Casa Blanca, los astronautas volverán a viajar al espacio, dentro de cuatro años, en naves estadounidenses desarrolladas por las empresas del sector. Desde que se retiraron los transbordadores espaciales, los astronautas de la NASA tienen que viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS) en las naves Soyuz rusas, las únicas disponibles.
La ISS es el eje del programa tripulado de la agencia, junto con las naves desarrolladas en las empresas privadas por encargo de la NASA, ha resaltado su director. En los programas científicos y de exploración planetaria, el futuro telescopio James Webb, que se está desarrollando en colaboración con la Agencia Europea del Espacio (ESA) y que se considera el sustituto del Hubble, es la prioridad presupuestaria. Su coste asciende ya a 6.730 millones de euros y su lanzamiento está ahora previsto para 2018.