“El futuro de la Astronomía española pasa necesariamente por culminar nuestras actividades dentro del ESO participando en la construcción del E-ELT. No incorporarse ahora al proyecto supondría no solo un desperdicio del esfuerzo realizado hasta ahora por España sino un retroceso irrecuperable”, argumenta la carta. Además, la participación en el proyecto “vendrá acompañado de una apertura inmediata de la vía de acceso de las industrias españolas a participar, con excelentes expectativas, en la puja por contratos para la construcción de esta infraestructura, generando una importantísima actividad económica en el sector de la I+D+i.
Los científicos recuerdan que el telescopio gigante será una herramienta fundamental para investigar en astronomía y destacan algunos de sus objetivos: encontrar planetas tipo Tierra alrededor de otras estrellas, resolver al población e estrellas en otras galaxias, detectar la primera luz que produjeron los astros al principio de la historia del universo o descifrar los enigmas de la materia y energía oscuras.
“Si España no participa en la construcción del E-ELT, los investigadores, centros de I+D y empreas españolas no podrán participar en las actividades del proyecto ni optar a los contratos que el ESO otorgará para la construcción. Con ello se habrá malgastado una importante inversión pública y privada en actividades preparatorias durante la última década, así como todo el talento invertido por los investigadores”, advierten los firmantes de la carta.
Los científicos recuerdan que el telescopio gigante será una herramienta fundamental para investigar en astronomía y destacan algunos de sus objetivos: encontrar planetas tipo Tierra alrededor de otras estrellas, resolver al población e estrellas en otras galaxias, detectar la primera luz que produjeron los astros al principio de la historia del universo o descifrar los enigmas de la materia y energía oscuras.
“Si España no participa en la construcción del E-ELT, los investigadores, centros de I+D y empreas españolas no podrán participar en las actividades del proyecto ni optar a los contratos que el ESO otorgará para la construcción. Con ello se habrá malgastado una importante inversión pública y privada en actividades preparatorias durante la última década, así como todo el talento invertido por los investigadores”, advierten los firmantes de la carta.