El eurodiputado por ICV-EUiA, Raül Romeva, ha denunciado hoy en Lleida que el fracking (técnica de extracción de hidrocarburos por fracturación hidráulica) es una de las grandes falacias que existen en todos los países europeos en torno a los recursos energéticos y también una amenaza para el medio ambiente y la salud de las personas.
“Estamos a tiempo de prevenir un gran desastre”, ha advertido el eurodiputado, que participa en una campaña a escala a europea para alertar sobre los peligros del fracking, una práctica que comportará para los territorios en los que se utilice más perjuicios que beneficios y, sobre todo, un gran impacto ecológico, social y económico.
El fracking es un sistema de explotación de yacimientos de hidrocarburos mediante la inyección de grandes cantidades de agua a presión para romper las rocas del suelo. En cada pozo o fractura hidráulica se utilizan 19 millones de litros de agua, mezclada con productos químicos tóxicos, metales pesados y elementos radioactivos. Estos productos se quedan en el subsuelo y se acaban convirtiendo en un foco de contaminación de las capas freáticas y en una amenaza para la salud humana.
Romeva ha hecho un llamamiento a la movilización contra una técnica que tendrá un impacto “brutal” y en favor de un nuevo modelo energético europeo “renovable y sostenible”. El eurodiputado ha explicado que en el seno de la Comisión Europea se está librando un intenso debate sobre esta cuestión que enfrenta a los comisarios de energía, el alemán Gunther Oettinger, quien asegura que el fracking es necesario para reducir las importaciones de hidrocarburos, y al de medio ambiente, el esloveno Janez Potocnik, que ante las incertidumbres que suscita la técnica es partidario de aplicar el principio de prevención.