Gracias al fructífero telescopio espacial Kepler, un equipo de astrónomos ha descubierto la presencia de cinco planetas extrasolares en torno a una estrella, Kepler-62, a 1.200 años luz de la Tierra, y dos de esos mundos son especialmente interesantes porque podrían estar hechos de roca o de hielo, tendrían un tamaño algo superior al de nuestro planeta (1,4 y 1,6 veces el radio terrestre) y, por la distancia a la que orbitan en torno a su estrella, recibirían de ella una cantidad de radiación similar a la que reciben Venus y Marte del Sol. Están en lo que los científicos denominan zona habitable, es decir, la distancia al astro en la que un cuerpo podría tener agua en estado líquido. El científico de la NASA William J. Borucki y sus colegas explican el hallazgo en la revista Science. No es el primer planeta extrasolar hallado en zona habitable, ya que hace más de un año se encontró otro en esa situación en órbita de una estrella parecida al Sol, Kepler-22, pero su radio es 2,4 veces el terrestre y incertidumbres acerca de su composición.
Poco a poco, los científicos no solo están desentrañando cómo es la población de planetas en torno a otras estrellas (cuya misma existencia se desconocía hace menos de 20 años), sino que están estrechando el cerco al objetivo de encontrar mundos lo más parecidos al nuestro por su composición y condiciones.
El equipo de Boruki “destaca en su artículo que no sabe si su nuevo hallazgo tiene agua, atmósfera o una superficie sólida”, advierte el especialista Richard A. Kerr en Science, centrándose en uno de los dos mundos de tipo Tierra descubiertos que es especialmente interesante. “Es más, ninguna misión actual, planeada o tal vez incluso concebible podría demostrar que este exoplaneta es habitable”, añade. El objetivo del Kepler, recuerda, es determinar cómo de corrientes son los planetas de tamaño similar al de la Tierra terrestre en órbita en la zona habitable de estrellas como el Sol. “Y se han descubierto ya más de un centenar de tamaño terrestre y tan pequeños como la luna”.
Los planetas Kepler-62f y Kepler-62e son los dos más exteriores de los cinco descubiertos en torno a ese astro. “Por lo que podemos afirmar, dado su radio y su período orbital, estos dos planetas son los objetos más parecidos a la Tierra que hemos encontrado”, afirma uno de los astrónomos del equipo, Justin Crepp, de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos. “Los modelos teóricos del Kepler-62e y Kepler-62f […] sugieren que ambos planetas podrían ser sólidos: ya sea de una composición rocosa o de agua helada, en su mayor parte”, escriben los investigadores en su artículo de Science.