Menos de seis horas han tardado los tres pasajeros de la nave espacial rusa Soyuz TMA-08M en llegar a su destino, la Estación Espacial Internacional (ISS). Es todo un récord ya que los vehículos tripulados tardaban hasta ahora dos días en alcanzar la base orbital, situada en órbita terrestre a unos 400 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre. Los rusos Pavel Vinogradov y Alexander Misurkin, junto con el estadounidense Chris Cassidy, despegaron del cosmódromo de Baikonur (en Kaszajstán) ayer por la tarde. Estaba previsto que atracaran en la ISS a las 5 horas y 49 minutos del despegue, pero incluso ahorraron cinco minutos sobre el plan previsto. La vía rápida para el viaje a la base ya la habían ensayado los rusos en tres ocasiones con naves automáticas de carga, pero esta ha sido la primera vez que se ha realizado con astronautas a bordo.
La modificación del plan de viaje, con mejoras en las computadoras tanto de control de vuelo como en la misma nave, y los cálculos refinados de los expertos en balística han permitido reducir el viaje, que en realidad transcurre casi todo dando vueltas a la Tierra, de las 34 órbitas (unos 90 minutos cada una) habituales a cuatro, antes de atracar en la ISS. Para tomar el atajo espacial hay que ajustar con precisión el lanzamiento teniendo cuenta la posición de la base orbital en el momento de la partica y los encendidos de motores de la nave. Un vuelo a la estación espacial, tras el lanzamiento (la nave se separa del cohete a los nueve minutos de despegar), exige varias maniobras de encendido de motores para ir elevando la órbita de la Soyuz hasta alcanzar la de la base permanente en el espacio. Para los tripulantes, la vía rápida significa comprimir las operaciones del viaje que tienen que cumplir.
Como una nave Soyuz puede volar unos cuatro días, al acortarse el vuelo de ida queda aumenta el tiempo remanente de funcionamiento, incluido combustible, lo que significa un mayor margen en caso de emergencia, recuerda Space.com. Las naves Soyuz permanecen atracadas en la ISS y en ellas regresan los astronautas. Pero además, son los únicos vehículos de emergencia en caso de que los tripulantes deban, por algún motivo, abandonar la estación, luego el ensanchar su tiempo de operación supone aumentar el margen de seguridad que brindan. Los ingenieros rusos están intentando recortar más aún el viaje y dejarlo en dos órbitas, en lugar de las cuatro que han realizado ahora los tres astronautas.
Para los tripulantes el viaje debe ser más cómodo, dado que no tienen que permanecer dos días enteros más bien apretados en el reducido espacio de la Soyuz y llegan antes a las amplias dependencias de la base orbital. Para las agencias espaciales, la vía rápida supone también ahorrar dinero, porque se reduce el tiempo que tienen que estar los expertos de control de vuelo pendientes de la operación, según ha comentado la NASA.