La expedición aún no sabe cuando podrá reiniciar la misión que ha costado casi 10 millones de euros y cuyo objetivo es encontrar vida bajo el lago Ellsworth, congelado desde hace 500.000 años. La capa de hielo, de 3,4 kilómetros de grosor, ha podido aislar microorganismos vivos en condiciones extremas de presión y temperatura.
El proyecto no ha sido nada tranquilo. La semana pasada el equipo sufrió un percance con la caldera destinada a calentar el agua de perforación la cual se vino abajo. Por este motivo, tuvieron que esperar hasta la llegada, el pasado viernes, de una pieza de recambio desde Reino Unido.
De esta caldera partían las dos perforaciones paralelas destinadas a unirse 300 metros más abajo. En primer lugar, se perforó el primer pozo que estuvo trabajando durante 12 horas para crear una cavidad en la que inyectar el agua caliente. Sin embargo, fue en el segundo pozo cuando encontraron problemas y fue imposible lograr el drenaje que servía para extraer el agua utilizada en la perforación.
De esta caldera partían las dos perforaciones paralelas destinadas a unirse 300 metros más abajo. En primer lugar, se perforó el primer pozo que estuvo trabajando durante 12 horas para crear una cavidad en la que inyectar el agua caliente. Sin embargo, fue en el segundo pozo cuando encontraron problemas y fue imposible lograr el drenaje que servía para extraer el agua utilizada en la perforación.